Si está realmente dispuesto a acabar con la barbarie vial (aunque dure allí menos que una cucaracha en un gallinero), Juan Jerónimo Brown Pérez debe declararse dictador (escribí “dictador”) para todo el país; lo que quiere decir no hacerle caso al “¿tú no sabes quién soy yo?”; no dejarse chantajear por el pandillerismo choferil; no creer en placas oficiales, sean civiles o militares; actuar día y noche en todas partes y botar como un perro a todo agente de Amet que no cumpla con su deber. Para eso no necesita charreteras, sino eso que usted está pensando…
Por Ramón Colombo