La agonía que viven los residentes en los poblados que bordean el lago Enriquillo aumenta a la par con sus aguas.El cuerpo de agua ahora amenaza con incomunicar a Jimaní, municipio cabecera de la provincia Independencia y que une con la frontera dominico-haitiana.
El incremento del caudal parece haber condenado algunos poblados a desaparecer, tras un continuo crecimiento del que estudiosos dan múltiples explicaciones, pero no un diagnóstico final.
Ahora el lago Enriquillo, que ya ha causado grandes estragos a la agricultura apoderándose de amplias extensiones de terreno y a la ganadería, está a punto de dejar sin comunicación a Jimaní con Duvergé, debido a que sus aguas cubren la carretera que comunica estas localidades después de la comunidad de Las Baitoas, por lo que comenzaron a vaciar materiales en la zona para que se pueda mantener el tránsito.