La ceremonia tuvo lugar en la Librería Cuesta, de la avenida 27 de Febrero, donde asistieron amigos que vivieron experiencias difíciles durante el régimen del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
En su libro, el autor narra que el avión que salió con los 56 expedicionario desde Cuba para aterrizar en Constanza, estaba camuflado igual que el que utilizaba el tirano Trujillo, y que Delio Gómez Ochoa y Enrique Jiménez Moya fueron quienes prepararon la expedición.
A pesar de lo importante que es el relato en el libro, hizo un alto mientras conversaba con la reportera del Listín Diario para contarle las penurias que les tocó vivir en el régimen de "El Jefe".
Resaltó que cuando tenía siete años de edad su padre fue asesinado por el dictador y su hermano de 18 años de edad corrió la misma suerte.
“Estándo yo encarcelado, a mí me masacraron. Me rompieron dos costillas por los golpes y las torturas que me dieron. Yo estuve sentado en la silla eléctrica con los brazos atados y me soltaron para que firmara un documento, que era el pasaje hacia la muerte, pues todos los que desaparecían, previamente lo habían firmado”, agregó.
Contó que cada vez que recibía una paliza, perdía el conocimiento y que ese era el estado que más apreciaba, porque no sentía lo que sucedía a su alrededor.
Sin embargo, cuenta que fue el mismo Trujillo quien le salvó la vida, pues cuando pidió informe de los hombres que quedaban en la cárcel donde estaba, le dijeron que solo quedaba uno, pues a cuatro lo habían llevado para La Victoria y el resto había sido asesinado.
“Él sabía quién era yo, porque trabajé en la construcción del ferrocarril de Villa Altagracia. Entonces hizo que me enviaran a la cárcel de La Victoria, aún masacrado y con dos costillas rotas, sin atenciones médicas, pero vivo”, explicó.
El libro
“Aunque me duela decirlo, Gómez Ochoa como asesor militar fue un irresponsable, pues no cumplió con su deber y cuando lo nombraron comandante de 20 hombres, posiblemente donde estaban los más aguerridos y probados como Poncio Pou, Reinaldo Alfredo Santiago Pou, Frank López, Mayovanex, entre otros, nunca se habló de combatir. No quiso tumbar el helicóptero del general cuando Frank López y Pablito se lo propusieron”, resaltó.
