De acuerdo a una publicación realizada por la BBC, Legare sostiene que el hecho de que las personas hayan optado por un golpe de codos como una alternativa ante el distanciamiento social muestra la importancia del contacto físico. “No queríamos perder esa conexión física”, apuntó.
Existen diversas formas de saludar que evitan el riesgo de contraer o transmitir enfermedades mediante el contacto físico, una de ellas es presionar las palmas de ambas manos, juntándolas con los dedos y apuntando hacia arriba, siendo este el tradicional saludo hindú.
Asimismo, las naciones musulmanas suelen saludar colocando una mano sobre el corazón como un gesto de respeto frente a una persona a la que no se está acostumbrado a tocar. También está es salido de los surfistas en Hawái el cual consiste en curvear los tres dedos medios y extender el pulgar y el dedo más pequeño mientras se agita la mano hacia adelante y hacia atrás, relata la BBC.
Coronavirus
El científico del comportamiento Val Curtis, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, relata en su libro “Don´t Look, Don´t Touch” (No me mires, no me toques), que una de las posibles razones por la cual las personas aprietan las manos y dan besos en las mejillas para saludar es porque indican que la otra persona es lo suficientemente confiable como para arriesgarse a compartir sus gérmenes.
Según unos artículos publicados en la década de 1920 por la Revista Estadounidense de Enfermería, “las manos son agentes de transferencia bacteriana” por lo cual recomendaban a los ciudadanos apretar sus propias manos como forma de respeto a la hora de saludar.
Pese a esto, el saludo de manos se convirtió en el símbolo casi universal de saludo profesional, hasta tal que estudios científicos sostienen que “un buen apretón de manos activa la misma parte del cerebro que procesa otros tipos de estímulos de recompensa, como la comida o el sexo.
Ante la posibilidad de que el distanciamiento social se mantenga vigente por un largo período de tiempo, Anthony Fauci, miembro de la unidad especial de coronavirus de la Casa Blanca, dijo que “no creo que debamos volver a estrecharnos la mano nunca más”.
Sostuvo que dejar el apretón de manos “no solo sería bueno para prevenir el coronavirus sino también para disminuir los casos de influenza en Estados Unidos.
La necesidad tener contacto físico es profundamente arraigada entre las personas por lo cual el apretón de manos es difícil de desarraigar. Ante esto Legere indica que “una de las ironías crueles del COVID - 19 es que es precisamente cuando los humanos se enfrentan a circunstancias estresantes cuando más dependen del contacto humano”.
Las formas de saludo que hemos adoptado durante la crisis sanitaria, como los golpes de puños o de codos, simplemente no alcanzan cuando se trata de conectividad humana, cita la BBC.
Arthur Markman, profesor del departamento de psicología de la Universidad de Texas en Austin, dijo que, si bien evitar la enfermedad es una parte esencial de la supervivencia humana, también lo es vivir una vida social plena y compleja, “tal vez comencemos enfocándonos en un lavado de manos más rutinario, desinfectantes de manos y estrategias para evitar tocarse la cara, en lugar de dejar de tocar a otros por completo”.
Markman sostiene que la gran preocupación frente al distanciamiento físico es que se está desarrollando una nueva normalidad en la que no hay contacto físico lo que dificultará saber si se está perdiendo o no el contacto físico.
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