lunes, 6 de julio de 2015

Tatis III comienza a los 16 años a perseguir hazaña en pelota RD


SD. La pelota profesional dominicana conoce combinaciones de padres e hijos que han militado en ella como Felipe y Moisés Alou, Julián y Stanley Javier, además de Tony con sus retoños T.J. y Francisco Peña. Pero nunca el nieto de un jugador se ha uniformado en la liga otoño-invernal. 

Fernando Tatis Medina, el hijo mayor del ex antesalista con el mismo nombre y primer apellido famoso por sus dos grand slams en una entrada, acaba de dar el primer paso para convertirse en el primero de tercera generación que juega en la Lidom.

 Tatis Medina (o Fernando Tatis III), de 16 años, fichó por un bono de US$700 mil con los White Sox de Chicago más otros US$100 mil para fines de estudios. MLB.com dice que el bono real fue de US$825 mil para el torpedero.

 El abuelo del hoy prospecto, Fernando Antonio Tatis, jugó 10 años en las ligas menores de los Astros (1969-1978) como infielder y militó con el Escogido en la década de 1970.

 “No lo sabía, pero con la ayuda del Señor eso va a ser así”, le dijo un sorprendido Tatis hijo a DL al conocer la hazaña que persigue su retoño.

 En 139 años de Grandes Ligas solo cuatro familias han visto pasar a tres generaciones por los diamantes; los Bell (Gus, Buddy y David y Mike), los Boone (Ray, Bob y Aaron y Brett), los Coleman (Joe, Joe y Casey) y los Hairston (Sammy, Jerry, Jerry hijo y Scott).

 Tatis II, que ganó US$17,8 millones en nueve cursos en el Big Show, colgó los spikes a mediado de 2014 con 39 años cuando jugaba con los Vaqueros de Laguna en México para asumir la preparación del mayor de sus cinco hijos (cuatro varones) en el año clave para firmar. 

 “Es algo para lo que no hay palabras (ver a su hijo firmar). Las exigencias de las organizaciones son demasiadas para un niño de 16 añitos. Son muchos que ni siquiera les pasa por su mente lo que es la vida, ni lo que cuesta realmente los sacrificios, ni nada de esto. La carga, la presión de los try outs (pruebas), el cansancio, este primer paso es muy grande”.

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