Escrito por: Cristina Liriano
Santo Domingo.-No tiene “pelos en la lengua”, como dice un famoso refrán, habla lo que le sale del corazón, y aunque muchos no lo crean Sergio Vargas se ha convertido en la bocina que pide a gritos una unidad para tratar de que el merengue siga siendo el ritmo de punta de lanza en la República Dominicana.
En una entrevista concedida a EL DÍA, el llamado ‘Negrito de Villa’ no se inmuta para decir que el merengue está destinado a desaparecer en este país si el Gobierno y sus exponentes no se unen y hacen una cruzada para salvarlo.
Solo a Trujillo le gustaba
Vestido de negro y con su inseparable sombrero, que tapa por un momento su enorme cabellera, Sergio dice que uno de los males por los que el ritmo se encuentra en problemas es porque de todos los gobernantes que han pasado por el país solo a Rafael Leonidas Trujillo le gustaba el contagioso merengue.
“No hay voluntad política para salvar el género. El último gobernante dominicano que creyó en los eventos artísticos donando recursos para los mismo fue Trujillo, los otros que han pasado son amigos de los artistas. A los presidentes dominicanos no les gusta el merengue, hasta hace poco tocar un mambo de piano en el Conservatorio Nacional de Música era prohibido”, agregó Sergio.
El artista de Villa Altagracia no solo critica la falta de apoyo, sino que da cinco sugerencias que deberían ponerse en marcha para detener lo que podría ser la desaparición del género.
Para Sergio Vargas lo primero es que Turismo debe entender que el merengue debe ser la punta de lanza del país y Cultura que éste es el principal activo con que cuenta la cultura nacional.
Fundar la Escuela Popular de Música para que el relevo no llegue empírico, sino preparado de una escuela. Realizar las llamadas “zafras” que se hacen en Puerto Rico, que no es más que tocar en todas la graduaciones de las escuelas, liceos y colegios.
No se unifican
Dijo que el grupo peor congregado de esta sociedad es el artístico, que aún no ha podido “apandillarse” para formar una institución que vele por el bienestar de los artistas nacionales.
Siempre ha planteado la idea de crear un fondo y estaría dispuesto a aportar los primeros 100 mil pesos para ayudar a los artistas que hicieron sus aportes en las diferentes vertientes musicales y hoy no tienen nada, pero nadie le pone atención a eso, porque no han podido lograr unir esfuerzos.