Por Máximo Jiménez y José Nova
Héctor Acosta
Artista completo
Si la crítica especializada y la clase artística ha logrado ponerse de acuerdo, es en la calidad interpretativa de Héctor Acosta.
Su versatilidad vocal le ha permitido incursionar con éxito en diversos estilos musicales, como el merengue, la bachata, el bolero, la balada y hasta la ranchera. El Torito tiene una voz privilegiada que lo acredita como un “cantatazo”.
Henri García
Un segundo de primera
Aún cuando no ha podido establecerse con su propia orquesta, Henri García pudo destacarse gracias a su voz refinada, la cual ha podido educar con el tiempo, consiguiendo los tonos perfectos para el género que sea.
Tanto en merengue como en la salsa, con experiencia detrás del micrófono, García es uno de los coristas más cotizados del mercado.
Álex Bueno
Como el vino...
Entre los músicos de estudio y los directores musicales, hay una referencia sobre Alex Bueno que describe muy bien su talento y capacidad: que nadie graba con la facilidad, rapidez y entonación en que todavía lo hace el intérprete de “Colegiala”. Alex, cantando, es tan bueno como su apellido y eso lo ha demostrado cayendo, una y otra vez, y volviéndose a levantar.
Zacarías Ferreira
Bachata sinfónica
Más que por su carisma, Zacarías Ferreira se abrió paso entre un grupo de bachateros que no cedía su espacio, gracias a una bachata refinada, a éxitos que sintonizaron con el público por su voz melodiosa; sin duda, una de las más refinadas entre sus iguales. Con los años, Ferreira demostró que lo suyo no fue cuestión de suerte, sino de capacidad.
Jacqueline Estévez
Voz sin igual
El merengue tiene a Rubby Pérez, a quien hoy se considera “la voz más alta”. ¿Cómo pudiéramos calificar la voz de Jacqueline?
Es una solista que ha podido superar el tiempo, teniendo la permanencia que la mayoría de sus colegas no han podido. Estévez tiene una voz tan cristalina como el agua y tan potente como un trueno. De eso no hay dudas.
M. Hernández
Una voz privilegiada
Su salida de 440 no fue fortuita, cuando el grupo liderado por Juan Luis Guerra empezaba a despegar.
A mediados de los 80, Maridalia fue “seducida” por quienes entendían que podía funcionar como solista, todo porque tenía (y aún conserva) un potencial incuestionable. Impedida durante añospor un litigio judicial con su disquero, Maridalia mantiene su aura, sus cuerdas, su talento.
Rubby Pérez
La voz más alta del...
El calificativo de “La voz más alta del merengue” se lo ha ganado a puro pulmón, de eso no hay dudas. Rubby Pérez es poseedor de un timbre incomparable, lleno de matices y “colores” que, a pesar del tiempo, siguen firmes, como el primer guandul. Gracias a esa voz bien conservada, el merenguero es uno de los principales exponentes que tiene el ritmo de la güira y la tambora.
Ileana Reynoso
Talento inagotable
De las estrellas que recientemente rindieron homenaje a Fernando Villalona en el Teatro Nacional, Ileana mereció una reverencia de pie, hasta del mismo ídolo de la canción mexicana, José José, que estaba en primera fila. Y es que, entre las artistas populares, Reynoso es la que mejor domina los tonos altos y bajos, bien afinados, que conjuga con esa forma demoledora a la hora de cantar.
Sergio Vargas
El Negrito de Villa
Aunque en los últimos tiempos se ha dedicado a hablar, más que a cantar, cuando sube a una tarima, sin duda a la hora de intérpretar sus temas, a Sergio Vargas hay que sacarle su plato aparte.
Una voz seductora, firme, que con el tiempo ha ido en franca mejoría, se puede apreciar, especialmente, cuando se sumerge en las baladas y boleros. El Negrito de Villa es otro destacado en el renglón.
El jeffrey
“El cantalindo”
Los calificativos en la música, como todo en la vida, vienen precedidos de virtudes, de defectos, de una fama particular del “calificado”. Lo de “cantalindo” le vino a El Jeffrey en un momento en que pudo demostrar su calidad interpretativa, trascendiendo las fronteras que separan a los comberos de los artistas. Hoy, el “cantalindo” tiene razones para festejar lo de su sobrenombre.
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