El Correcaminos, como se le conocer al camarógrafo, se encontraba grabando la disertación improvisada del mandatario cuando sin advertirlo vociferó de manera repetida ´´Gilberto Serulle esta trabajando, presidente´´
El jefe de Estado, quien exponía sobre el desarrollo industrial de Santiago, dejó de hablar y ante la mirada atónita de las autoridades y hombres de negocios allí presentes le dijo al intruso ¿Sería usted tan amable y dejarme hablar señor?
Fernández continuó su discurso, pero miembros de la seguridad intentaron sacar al camarógrafo del escenario a lo que el jefe del Estado se opuso y de manera jocosa dijo: ¡Seguridad! ¡Seguridad! Déjenlo que el sabe que ahora le toca hablar al presidente.
Cuando el presidente dijo eso el auditorio lo aplaudió y el jefe de Estado continuó su discurso sobre las sombras del sector industrial en Santiago.-
Sin embargo, el atrevido camarógrafo salió por cuenta propia del salón de donde se desarrollaba el evento y la seguridad le hecho el guante llevándolo, bajo el lente de las cámaras, hasta una jeepeta estacionada en la calle, donde lo interrogaron.
Cuando le preguntaron que para cual medio trabajaba, el Correcaminos sacó, nervioso, un carnet ilegible de tan viejo, al tiempo que dijo a los miembros de la seguridad que había hecho la intervención por orden del alcalde Gilberto Serulle.
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