Por Maria Cristina Rodriguez
Muchas personas están incursionando en los medios de comunicación en calidad de “periodista” y “comunicadores”, motivados por otros “colegas” que con el tiempo vienen acumulando fortunas en el ejercicio, a pesar del mal salario que reciben los informadores en la República Dominicana.
Estos nuevos reporteros usan como herramienta fundamental e inseparable de trabajo la mentira y la difamación. Son voceros, ecos y títeres de influyentes sectores que apadrinan sus servicios con la finalidad de convertirlos en defensores de sus intereses aunque se incurran en injusticia.
Estos pseudoperiodistas están por doquier: en la radio, televisión, periódico y hasta en blogs y páginas webs. Muchos presumen de ser honorables y de hablar con la verdad. Pretenden mofarse y envolver a la gente común.
De esta manera, muchos jóvenes se sienten motivados a estudiar comunicación social porque ven la carrera como escaparate para obtener bienestar económico.
Atrás ha quedado la idea de que el periodismo debe ser un oficio de honestidad y compromiso, de transformación social, de aportes y legados.
Estos nuevos reporteros usan como herramienta fundamental e inseparable de trabajo la mentira y la difamación. Son voceros, ecos y títeres de influyentes sectores que apadrinan sus servicios con la finalidad de convertirlos en defensores de sus intereses aunque se incurran en injusticia.
Estos pseudoperiodistas están por doquier: en la radio, televisión, periódico y hasta en blogs y páginas webs. Muchos presumen de ser honorables y de hablar con la verdad. Pretenden mofarse y envolver a la gente común.
De esta manera, muchos jóvenes se sienten motivados a estudiar comunicación social porque ven la carrera como escaparate para obtener bienestar económico.
Atrás ha quedado la idea de que el periodismo debe ser un oficio de honestidad y compromiso, de transformación social, de aportes y legados.