El vicepresidente de la República Dominicana, Rafael Alburquerque, pidió hoy no cerrar la cumbre de cambio climático de Cancún con "una nueva frustración" y reclamó la adopción de decisiones "valientes, sabias y oportunas" en este foro.
Durante su intervención ante el plenario de la cumbre, Alburquerque advirtió que su país podría perder en un tiempo "relativamente breve" el 13% de su territorio costero por la subida del nivel del mar, poniendo en riesgo sus ecosistemas y el turismo, su principal actividad económica.
"Si no logramos acuerdos, las repercusiones serán devastadoras", subrayó el vicepresidente dominicano, que arrancó los aplausos del plenario cuando pidió que Cancún no acabe en fracaso.
Pese a la que la realidad del cambio climático "no está en duda, sí lo está nuestra capacidad de actuar", añadió Alburquerque, en cuya opinión la única esperanza de revertir la actual situación radica en la toma de decisiones "valientes, sabias y oportunas" en esta ciudad mexicana.
"No defraudemos a nuestros pueblos y actuemos con justicia, valentía y con sentido de la historia", dijo el vicepresidente dominicano durante su intervención en la XVI Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático que se desarrolla en Cancún.
Tras recordar que la presente década registró las temperaturas más altas del planeta, Alburquerque urgió "vehemente" a los países desarrollados a asumir con responsabilidad "histórica e intergeneracional" las obligaciones para alcanzar un marco legal eficiente.
"República Dominicana no viene a señalar culpables, pero ha llegado el momento de reparar el daño que se ha hecho al planeta", subrayó el vicepresidente dominicano ante los representantes de más de 190 países.
Durante su intervención también repasó algunas de las acciones impulsadas por su país para afrontar el cambio climático, entre ellas la plantación de 90 millones de árboles, con lo que se ha incrementado la cobertura forestal en un 35% desde el año 1998.