viernes, 10 de diciembre de 2010

Un Momentito con Miguel ..... Enerolina y José dos Almas en un solo Corazón



Mi amigo José Bracero puso una foto en facebook, que me inspiró a escribir estas letras, se trataba de la casa que junto a su esposa Enerolina Meléndez con muchos esfuerzos lograron adquirir, y ahora la decoraron con un toque navideño al estilo dominicano.

Enerolina al llegar a los Estados Unidos, enfrentó el frío de Febrero sin el abrigo de amor, aprendió en la escuela de la vida las mil formas de caer y levantarse, trabajar y luego soñolienta estudiar y cuando el arcoiris comenzó a pintar colores, su madre entre los pinos de Monción moría.

Fue su viaje mas triste, al llegar su adorada madre no le daría la bendición y solo se conformaría con ver su cuerpo sin movimientos esperando cristiana sepultura, luego de esa experiencia,su madre en un dialogo misterioso le dijo que seria su angelito y la protegería y asi ha sido.

José Bracero nacido en Puerto Rico, llegó pequeño a Philadelphia , con solo 16 años fue abandonado y solo logró crecer, es un profesional y su tiempo libre a pesar de lo agotador de su trabajo entre expedientes y litigación de abogados, lo dedica a dar entrenamiento de Béisbol a grupos de niños.

Se conocieron y como enredadera sus Almas se tejieron, hoy caminan por el jardín del amor dando ejemplo de armonía de pareja, mis últimas vacaciones las disfruté con ellos, y los vi muchas veces organizando su nido, ya que en esos días estrenaban su casa convertida en hogar.

Enerolina brinda una Primavera en cada sonrisa y José la fortaleza de un soldado que nunca se rinde, ellos son la cara del dominicano y el puertorriqueño que van a superarse y cada pan que comparten con familiares y amigos es comprado con el sudor de la faena diaria.

Que pena que Doña Flora murió cuando las mieles llegaban a los labios sedientos de su hija, pero así es la vida. Desde este Momentito, enero y José, pido a Dios vida y salud, para que por muchos años disfruten juntos su Paraíso de Aldan en las afueras de Philadelphia, y sigan siendo para siempre dos Almas en un solo Corazón


MIGUEL DE JESUS RODRIGUEZ