Michael Miguel |
Robertico es un fajador, talentoso, con formación, pero su rango carismátco, simpatía y arraigo popular no lo ayudan para asumir el rol de un espectáculo de tal dimensión e interés que sobrecoge la atención de todos los segmentos sociales del país.
Si a personas vinculadas a los medios de comunicación o a gente del pueblo, antes de la elección de Roberto Ángel les hubiesen preguntado a quién le hubiea gustado para realizar el referido trabajo, es muy probable que a ninguno, o, cuanto mucho, a muy pocos, les hubiese llegado a la mente el nombre del hijo del alcalde capitalino. Pudieron citar cualesquiera otros nombres, menos el referido.
Roberto Ángel |
Michael Miguel hubiese resultado mucho más espectacular e impactante que Roberto Ángel como conductor del Casandra y hubiese estado (y está) en capacidad de asumir la seriedad profesional que demande la producción en los segmentos que así lo requiera.
Tiene esa capacidad histriónica de desdoblarse, apareciendo en un momento como todo un show-man, y, repentinamente, asumir la condición del comunicador formal, si las circunstancias así lo reclaman; y, en ambos casos, su talento es bien adminisrtrado.
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