Santiago.- Aunque ha hecho grandes aportes a la música típica en más de 50 años de carrera -tiempo suficiente para considerarse más que un músico: un artista- El General Larguito se autoproclama como el “mal pagado de este país”, ya que hoy en día pocos cantantes se acuerdan de él pese a que han tenido gran pegada gracias a sus temas, y que el gobierno no lo ha pensionado a pesar de estar apto para recibir una pensión digna.
A sus casi 70 años, El General Larguito considera que “ya está bueno de andar buscando chelitos de pueblo en pueblo y en fiestecitas de madrugada”. El paso de los años ya le está exigiendo una retirada, la que quiere aprovechar para estar tranquilo en una casa, disfrutando de una pensión que le han prometida muchas veces.
No obstante, hablar de una casa es otro anhelo del artista que popularizó la frase “No hay problema”, ya que asegura que vive de los tres golpes: “no tiene casa, ni un conjunto típico y mucho menos un empleo fijo”. Y es que tras un incendio que redujo a cenizas todas sus pertenencias hace unos tres años en una casa alquilada, Sergio Vargas se comprometió a gestionarle un apartamento, que nunca llegó.
Al cuestionársele sobre el lugar donde reside en la actualidad, esta leyenda responde que “donde le coja la noche”, pues luego del incendio de la vivienda en Villa Altagracia, se fue a vivir a Imbert, donde tuvo los últimos cuatro hijos (de los 18 que tiene), pero que un día amanece allá, en Valverde o en la Capital. “Una casa propia nunca la he tenido, eso da vergüenza, en 53 años halando un instrumento”.
“Ya de la música no quiero vivir, sino de la pensión que me dé el gobierno, ya está bueno para que me saquen de la calle. Yo lo que parezco es un loro matado a escobazos, con un bultito para arriba y para abajo, tocando con distintos grupos; pero además yo subo al escenario y hago chistes, a la gente le gusta, pero no ha sabido valorarme”, expresó.