miércoles, 23 de marzo de 2011

Gadafi tiene 4.600 millones en oro para pagar su guerra


Gadafi puede tener dinero de sobra para pagar su ejército de desharrapados para que luche contra sus adversarios, que parecen igual de desharrapados. La razón es simple. Le pueden haber cortado el grifo del petróleo y congelado sus cuentas en el exterior… pero sigue teniendo al menos 143,8 toneladas de oro en su banco central, de acuerdo a los datos del Fondo Monetario Internacional, lo que sitúa a Libia entre los 25 países con más reservas de ese metal.Esas 143,8 toneladas valen 6.500 millones de dólares (4.583 millones de euros).

Según Financial Times, Gadafi ha desplazado ese oro hacia el sur de Libia, situándolo cerca de las fronteras con Níger y Chad. Desde allí, puede llevarlo a esos Estados —en esa región las fronteras tienen un significado simbólico— y depositarlo, a cambio de efectivo, en sucursales del Libyan Foreign Bank en ambos países. O, directamente, puede ofrecer oro a cambio de soldados. Recuérdese que las guerras civiles de Angola, Sierra Leona y Liberia fueron pagadas en parte con diamantes… los famosos diamantes de sangre ('blood diamonds'), que causaron decenas de miles de muertos africanos y un disgusto a Naomi Campbell.

Así pues, Gadafi podría tener todavía muchas bazas. Su posesión de oro va vinculada a su control del sur del país. Como explicaba hace unas semanas Karim Mezram, un profesor libio de la Universidad Johns Hopkins a mi compañero Ricard González, “la clave para el régimen libio es el control del sur del país, porque allí tiene unidades leales del Ejército. El Sur le ofrece una buena vía de escape hacia una región donde tiene buenas conexiones y que le puede permitir abastecerse de armas y mercenarios”.

La cuestión es ¿para cuánto dan de sí 4.583 millones de euros a la hora de contratar mercenarios?

Aparentemente, para mucho. Algunas informaciones han hablado estos días de que Gadafi ofrece 2.000 dólares (1.410 euros) en países como Nigeria y Guinea por ir a combatir a Libia. Si ése es el caso, no le van a faltar soldados. Esas cifras son fortunas en África subsahariana, donde a uno le pueden matar fácilmente por cinco dólares, y donde muchos jóvenes saben manejar un kalashnikov pero no han recibido ningún entrenamiento militar formal.