sábado, 5 de marzo de 2011

Gobierno dice Narcisazo se suicidó por depresión crónica

Por elcaribecdn.com

El Gobierno aseguró a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que Narcisazo se suicidó producto de “un estado depresivo crónico” y descartó que la gestión de Joaquín Balaguer tuviera interés en hacerlo desaparecer.

El Gobierno presentó ante la Corte, la tesis de que Narcisazo se suicidó por problemas económicos generados por su apego a la apuesta de carrera de caballos, por los males de salud ocasionados por la epilepsia y por una depresión debido a la separación de su esposa, Altagracia Ramírez (Tatis).

La defensa del Gobierno está contenida en el oficio número 34509, enviado por el canciller Carlos Morales Troncoso el pasado 28 de diciembre, a Pablo Saavedra Alessandri, secretario de la Corte, un órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

“Ahora bien, para conocer con precisión qué ocurrió con Narcisazo hay que conjugar todas las hipótesis planteadas al respecto. Una de ellas es la del suicidio. Durante los días previos a su desaparición, amigos íntimos de la familia González-Ramírez, han (y siguen) señalando que la presunta víctima se encontraba en “estado depresivo crónico”, dice el documento de la Cancillería.

Luego enumera tres razones de esa supuesta depresión crónica. La primera se refiere a “problemas económicos, ya que inter alia perdía mucho dinero en las apuestas de carrera de caballos. Inclusive, el 26 de mayo de 1994 cuando desapareció se dirigía al Hipódromo V Centenario, lugar donde se celebran las competencias hípicas en Santo Domingo”.

La segunda, plantea la Cancillería, se relaciona con “problemas de salud, ya que sufría de epilepsia”. En tercer lugar, alude a “problemas en su relación conyugal, ya que se había separado de su esposa, la señora Luz Altagracia Ramírez”.

La Cancillería descarta que Narcisazo representara una amenaza para Balaguer. En ese sentido, alega que siguen vivos, otros periodistas que pudieron ser una amenaza, como Juan Bolívar Díaz, Margarita Cordero, Radhamés Gómez Pepín y Huchi Lora. De esos comunicadores dice que “arremetieron ferozmente contra lo que catalogaron de fraude electoral colosal, orquestado por Balaguer para perpetuarse en el poder”.

“El señor González Medina nunca fue una amenaza, ni real ni potencial, para el gobierno de Joaquín Balaguer. Su activismo político y labor periodística nunca tuvo mayor repercusión”, dice el Gobierno. Recuerda que su última columna de opinión en la que criticaba a Balaguer se publicó en la Muralla, una revista que sólo circulaba en Nagua. También, apunta que el discurso que pronunció en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tenía un alcance limitado.