La grave denuncia hecha por cinco regidores sobre serias irregularidades en la alcaldía de Santiago no debe quedar "en el aire" porque esas irrefutables pruebas no dejan dudas de que la corrupción arropa ya a la joven administración de Gilberto Serulle.
Los ediles Domingo Ueña, del PAL; Cándido Alvarez, de la FNP; Fausto Corniel, del PTD; Aulio Collado, del MIUCA y Eric Mercdees, de la APD, han cumplido con su responsabilidad denunciando "con pelos y señales" esas anomalías.
No debe haber silencio cómplice, indiferencia, impunidad ni justificaciones en la opinión pública y en los medios de comunicación frente al escándalo revelado por esos cinco concejales, lo cual debería llenar de verguenza al alcalde Serulle.
Un hombre que ganó la alcaldía de Santiago promoviendo transparencia, honestidad, decoro y eficiencia, pero que en apenas siete meses su administración está enlodada, sucia, maloliente e impactada por las perversidades y el dolo.
La revelación de esos regidores de que el alcalde Serulle firmó contratos con diez personas, la mayoría de ellos pobres e infelices obreros empleados del propio cabildo, para dirigir las brigadas de limpieza que están en las calles, es una verdadera inmoralidad.
Peor aún: que esos obreros y empleados del Ayuntamiento "cobran" mensualmente cheques (sin soportes y sin nada) de 350, 400 y 500 mil pesos para "pagar" "sus" brigadas de limpieza, debería causas escalofríos.
¿Cómo es posible que esos contratos no sean conocidos por la Sala Capitular? ¿Quiénes son los verdaderos "dueños" de esos contratos? Esos diez "contratistas" cobran mensualmente 4 millones 168 mil pesos, en cheques sin soportes.
Lo alarmante es que los uniformes y herramientas que utilizan esas brigadas de limpieza fueron adquiridos por la administración de Serulle por la suma de 500 mil pesos, pero ahora resulta que ese es un servicio "privado".
El señor Alberto Francisco Cimé, conocido popularmente como Berto Cimé en el humilde sector del Hoyo de Bella Vista (un hombre de Gilberto Serulle) gana 7 mil pesos como empleado del departamento de Ornato, Plazas y Parques, pero se da "el lujo" de cobrar mensualmente como "contratista", 389 mil 500 pesos.
La señora Flora Polanco Morfe gana apenas 5 mil pesos en el departamento de Desarrollo Social, pero como "contratista" recibe mensualmente para "su brigada de limpieza" la suma de 300 mil 500 pesos. Y si usted ve las firmas de Berto y de Flora en los contratos y a la hora de recibir sus cheques, pega el grito al cielo.
Los otros ocho "contratistas" son Teófila Taveras Guzmán, cuyo "contrato" es de 471 mil pesos mensuales; Víctor Radhamés Liriano, 464 mil 500; Ramón Ignacio Rodríguez, 368 mil; Ramón A. Diloné, 511 mil 500; Domingo Filiberto Guzmán, 401 mil 500; Marcelino Espinal, 418 mil 500; José Rodríguez Grullón, 452 mil 500 y David Pascual Ferreira, 416 mil 500.
¿Son realmente "dueños" de esos contratos o son utilizados como testaferros por funcionarios de la propia administración de Gilberto Serulle?
La alcaldía de Serulle ha sido identificada como una de las tres más corruptas del país, pero si esas bellaquerías no se detienen pronto ganará un premio Oscar como la más sinverguenza. |