Por Juan Cruz Triffolio
Sociólogo - Comunicador
Entre los tantos adornos que envuelve la personalidad del emprendedor y siempre emotivo empresario artístico y editor de publicaciones relacionadas con el canto popular y la comunicación, Domingo Núñez Estrella, mejor conocido como Chino Estrella, cuentan su empatía, lasolidaridad y al espontaneidad.
El sólo hecho de mencionar su nombre induce a los hombres y mujeres que comparten el denominado ambiente del entretenimiento, en el país y el exterior, a no olvidar un largo rosario de experiencias y anécdotas de las más variopintas naturalezas que bien podrían engendrar un voluminoso libro de indelebles y absorbentes recuerdos.
Gracias a su imprevisible comportamiento conductual y a la diversidad del contenido de sus expresiones verbales, Chino Estrella ha generado gozo al tiempo que preocupación, llegando a conducir al llanto, en incontables momentos, entre muchos de sus auténticos amigos y compañeros de las lides del arte popular y la comunicación audiovisual.
Aunque en apariencia proyecta con frecuencia un carácter de bravucón, al corto tiempo de conocerlo, conduce a la conclusión de que, en realidad, encarna a "un hombre con boca de diablo y corazón de Dios".
Quienes lo conocen sabe que no se exagera cuando alguien se arriesga en afirmar que Chino Estrella es un impresionante hombre belicoso, sumamente sentimental, quien no sabe esconder su propensión al lloro cuando las circunstancias, humanamente, así lo requieren.
Chino Estrella es de esa manera y nadie, absolutamente, ha podido o podrá llevarlo a asumir otra faceta diferente en su subsistir cotidiano.
Hoy, por la razón o sin razones que suele generar la vida, Chino Estrella enfrenta senderos difíciles de trajinar en soledad.
Su salud se deteriora y por tanto, requiere de una urgente y confiable atención médica al extremo que, rompiendo todos linderos de su privacidad personal, a través de una correspondencia dirigida al presidente constitucional de la Republica Dominicana, doctor Leonel Fernández, su entrañable amigo, solicita interceder ante el hermano gobierno de Cuba para chequear sus inflamadas piernas y su afectado corazón, acompañado desde hace un considerable tiempo por un marcapasos.
De igual modo, aludiendo en derecho algo más de tres décadas ininterrumpidas en los medios de comunicación, la amistad, la solidaridad y la promesa formulada, hace unos años, por el expresivo mandatario dominicano, Chino Estrella le insta a autorizar la concesión, en justicia, de una pensión económica que permita mejorar su situación de subsistencia.
La misiva remitida por Chino Estrella, además de exhibir una actitud valerosa, merece ser correspondida con la urgente materialización de lo solicitado como una expresión de generosidad, reconocimiento y solidaridad del ejecutivo de la nación ante un dominicano digno de vivir saludable en un ambiente material y humano diferente.
En ánimo de alcanzar los propósitos expuestos, si así fuere necesario, Chino Estrella está llamado a no continuar caminando en soledad y en consecuencia, es responsabilidad ineludible de quienes nos calificamos y sentimos ser sus apreciables amigos, acompañarlo en todo cuanto sea necesario como muestra de fraternidad y gratitud.
Ahora o nunca, Chino Estrella necesita de todos...