Por: José Tejada Gómez
Nunca digo detrás de alguien lo que no sería capaz de decirle de frente. En el mundillo farandulero eso es muy frecuente, más en campaña como la que se desarrolla en Acroarte. Me gustaría encontrarme en un plano amistoso con cierta gente para que me diga de frente lo que anda pregonando por la espalda. O que el encargado de la campaña sucia en mí contra, muy beneficiado de mi paso por el periodismo, que anda como un roedor pintándome ahora como un “diablo”, me dé la cara y me repita a mí, frente a frente, lo que pregona por detrás.
Para ese ingrato y su grupo yo era un santo. Desde que venían unas elecciones en Acroarte tomaban mi nombre y salían a pregonar que contaban con mi apoyo. He pasado de santo a diablo, sin que haya sucedido otra cosa que no sea que en vez de prestarle mi nombre a su causa, y al grupito que representa, haya decidido ponerla al servicio de mí mismo, de quienes me respaldan y de Acroarte, lo que me hace pensar que los intereses del sector que me adversa en Acroarte sobrepasan los limites de mis sospechas, pues solo eso explica cierta ingratitud, no la de militar en la causa contraria a la mía, sino de encargarse de manera eufórica de la campaña sucia para afectar mi imagen ante los miembros de Acroarte.
A diario me informan cronistas de arte de casos de gente buena, que las creo decente pero que pierde los estribos y descienden a los niveles más bajos para fantasear en contra de uno.
Tengo una lista de insinuaciones oprobiosas. Lo sé no porque me las invento, sino porque ellos han acudido hasta gente de mi plancha, supongo que buscando deserciones, con una lista de agravios en mi contra. Todo lo que se dice lo asumo como agresiones gratuitas, porque convocan a gente de la plancha que encabezo, para propagar mentiras infundadas, lo que interpreto como “mandados”, o sea que desean que yo lo sepa.
Este sábado una periodista que militaba en su causa, asqueada suministró detalles importantes de lo que se pretende hacer en los próximos días, porque para ser justos, no todos los del lado contrario comparten ciertas mañoserías. Asqueada la periodista nos ha confiado que votará por nosotros. “Lo pintan como lo peor” le dijo a un amigo de la plancha nuestra, refiriéndose a lo que dicen de mi.
Lo dije hace mucho que gente sin una visión y sin un plan de trabajo, no tenía otro recurso al que recurrir que no fuera el chisme, la mentira y la intriga, para tratar de retener el poder. Y me preparé para eso, o sea, que sabía que la pelea era peleando, y en eso estoy. Por suerte, siempre ando preparado con mi mejor arma: La verdad. Tengo conmigo una propuesta de transparentar ACROARTE y relanzar los premios Casandra. Mi lucha es por UNIFICAR, no dividir.
Al no lograr deserciones en nuestra filas, esa campaña sucia de acuerdo a nuestros informes la van a intensificar, no por los medios de comunicación pues decirle lo que dicen les seria ridículo, además esa no es su especialidad, sino de manera soterrada en encuentros y llamadas telefónicas, que es donde son expertos. Y eso será así porque nuestros adversarios saben lo que les espera, una fulminante derrota el 25 de junio.
El viernes 18 estaré en La Florida, y el sábado en Nueva York, reunido con lo miembros de las filiales, no hablando de chismes, ni de mis compañeros de Acroarte, sino de nuestro plan de trabajo.
Si usted leyó este artículo hasta aquí, lo invito a que sigan ambas actividades para que sepa de qué lado está la mayoría, a pesar de los inventos de los ingratos.
Pero esté pendiente a lo que va a acontecer en la capital y Santiago. Entonces se va a explicar por qué la desesperación y la razón de que a mí, quienes ayer me pintaban como un “santo” anden hoy pintándome como un “diablo”, y creo que de esto ultimo hasta me estoy sintiendo orgulloso.