Los abusos policiales -torturas y tratos crueles o degradantes- no podrán ser instigados ni tolerados por ningún miembro de la institución, so pena de ser castigados con las penas aflictivas establecidas en el Código Procesal Penal.
La disposición está contenida en el anteproyecto de reforma a la Ley Orgánica de la Policía Nacional enviado al Congreso por el presidente Leonel Fernández, que en su primer considerando establece que la institución del orden tiene como misión proteger el libre ejercicio de las personas y la convivencia pacífica.