martes, 26 de julio de 2011

Dolor frustrante en la nación que entrega el Premio Nobel de la Paz


La palabra tribulación significa "aflicción penosa o angustia; presión o carga sobre el espíritu", y eso es lo que está viviendo la nación de Noruega.
Conocida como neutral y poseedora de una calma que llama la atención del mundo, de repente el caos toca su territorio y el terror la hiere profundamente produciendo un desequilibrio en todo el accionar de la ciudadanía, dejando una marca frustrante y difícil de borrar por lo menos durante muchos años.
Podríamos decir de un antes y un después en el país que en su capital, Oslo, aunque resulte paradójico, cada año entrega el premio nobel de la paz.
En el escenario interno de esa patria la paz está en cuidados intensivos. La gente de todas partes salió a las calles con flores y antorchas encendidas en las manos para rendir tributo a victinas inocentes que murieron, respondiendo con una actitud de amor y de unidad, como una familia, ante el odio vertido en contra de sus habitantes.
Es un hecho repugnante y abominable que demanda una profunda investigación de las autoridades en eminencia, hasta poner sobre la mesa un bálsamo de alivio en la parentela escandinava.
Los tiempos que vivimos se deterioran por acciones tan bajas y desagradables que hasta desprecio por la vida se incuba en mentes demoníacas para cometer crímenes vergonzosos y repudiables.
Reflexionemos sobre ese acontecimiento, mirémonos en ese espejo, y estemos dispuestos y dispuestas cada día a dar lo mejor que tenemos para hacer de nuestras familias un referente de sanos valores y paradigma de buena conducta en la sociedad que nos ha tocado vivir.
Señor, en el nombre de Jesús, líbranos del mal.
Pastor Antonio Regalado
Congregación Maranatha, Inc.
15 South Main Street
Uxbridge, MA 01569
(508) 820-8084