Bueno, y como quien no quiere la cosa, tras bastidores, se está librando una lucha cuerpo a cuerpo entre grupos y sectores económicos ligados al negocio de la construccióin y a los medios de comunicación, que para muchos pasa desapercibida.
No en vano los grupos económicos que manejan las grandes industrias y el comercio se agencian la posesión de importantes medios de comunicación que no solamente se usan para "informar", como algunos piensan.
Detrás de cada periódico o canal de televisión, hay un emporio. Un emporio verdadero, no de caricatura.
Esos medios son las "armas de reglamento" y de "defensa" de los gendarmes del sector económico. Son los que trazan pautas mediáticas, que atacan y contra-atacan, y que les tumban el pulso al gobierno cuando es necesario.
Pero, sobre todo, que usan los medios para defender sus intereses cuando se sienten amenazados.
Algunos de esos medios son en lo económico deficitarios, pero cumplen con el papel de salvaguarda de "lo otro", que es lo que en definitiva les interesa defender y preservar.
Pero volviendo al punto inicial, la gente común y corriente no está al tanto de las escaramuzas, los escarceos, el "lobbysmo" que se generan en torno a importantes obras del gobierno, como es el caso de la construcción de carreteras, edificios del gobierno, tuneles, elevados, presas, hidroelétricas a todo lo largo de la geografía nacional.
Hay que ver como los Estrella, de Acero Estrella, propietarios de Multimedios El Caribe (Periódico el Caribe CDN, entre otros), asumen contratos de importantes obras del gobierno, y no tienen miramiento en bombardear las contrataciones de obras de sectores que se encuentran en la competencia.
Lo mismo ocurre con Listín Diario, donde hay accionistas ligados al negocio de la construcción en la lucha por lograr la concesión de contratos millonarios para la construcción de obras públicas.
La modalidad es la de hacer asociación con importantes compañías constructoras extranjeras, como las de Brasil y Estados Unidos que operan en el mercado.
El que se meta en esa competencia sabe que tiene que enfrentar no solo a los sectores poderosos que asumen esos contratos millonarios, sino también los medios que a veces de manera sutil y en ocasiones de manera muy directa atacan los contratos que el otro consigue.
El escarceo ha llegado a los linderos de Juan Ramón Gómez Díaz, de empresas Telemicro, quien está asociado a una constructora extranjera que ha tenido bajo su responsabilidad varias obras millonarias.
Como se dice popularmente, "le han tirado" a la cabeza, porque, repetimos, es mucho el dinero que hay de por medio.
Así las cosas, no sabe uno a donde puede llegar el asunto, en la cerrada competencia de empresas constructoras parapetadas en importantes medios de comunicación.
Esperamos que los misiles, las bombas fragmentarias, y las demás armas camuflageadas solo sirvan como elementos de disuación, y que el despliegue de las mismas no llegue a cero en la cuenta regresiva, porque su uso pudiera llevar a consecuencias catastróficas.
Lo paradógico es que mientras los dueños de los medios luchan por un contrato de mil millones de pesos, periodistas de espectáculos que laboran en los mismos se pelean entre sí discutiendo por la galleta que le dieron a Venya Carolina o las nalgas de cilicón de una presentadora de televisión. Qué pendejos somos...
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