sábado, 27 de agosto de 2011

Cuatro Caminos: Un barrio muy dominicano en España




Fuente: AMO DOMINICANA


Entre el sabor y la nostalgia por República Dominicana

MADRID.- Mencionar Cuatro Caminos es hacer alusión a la dominicanidad. Lo dice en todos lados: en la música que se escucha, en las peluquerías con letreros con la Bandera Nacional pintada, en las tiendas de alimentación donde venden desde jugo de chinola hasta galletitas saladas y salami, y en la cafetería donde se encuentran los pasteles en hoja y el bizcocho con suspiro “como el que hacen en República Dominicana”.

Perteneciente al Distrito de Tetuán, al noroeste de Madrid, Cuatro Caminos se distingue por una importante presencia de dominicanos. Y aunque es cierto que la comunidad criolla está extendida por toda la capital española -especialmente en el sur-, este barrio es el que concentra la mayor cantidad de negocios de dominicanos.

A principios de los años 90, fue la zona donde más se asentaron quienes emigraron de República Dominicana y, poco a poco, fue surgiendo la necesidad de nuevos establecimientos comerciales orientados a ese público.

“Los locutorios -centros de llamada- se podían contar cuando me mudé en la zona”, recuerda Santos Matos, quien abrió uno de estos locales y una agencia de envíos de remesas, en 1996. Desde que se mudó allí se dio cuenta de la necesidad de este tipo de negocios. “Empecé con cuatro tablas”, dice Santos, y poco a poco vio cómo el establecimiento iba progresando. Luego fueron surgiendo otros comercios que, de cierta manera, acercaban a los dominicanos residentes allí a sus raíces.

Marcos Cross, ex-Cónsul de República Dominicana en Madrid, fue el primero en instalar una tienda de alimentación -conocida como la bodega de Marcos- en Cuatro Caminos. Allí ofrece los alimentos más básicos de República Dominicana, una larga lista que incluye guandules, harina de maíz, yuca, batatas, embutidos, aguacates y especias. Es de los comercios más emblemáticos y fructíferos de la zona.

“El dominicano busca lo suyo”, asegura Ventura Cross (Mercedita), actual administradora del supermercado, que, además de los criollos, ofrece productos de Ecuador, Argentina, Cuba, México y Venezuela.

Esfuerzo y pasión

Cuando se trata de ser ingeniosos, el dominicano se las trae. Es así como Mariana Rosario convirtió una dificultad en una oportunidad. Cuando llegó a Madrid empezó a trabajar como empleada doméstica, pero era alérgica a los perros y en casi todas las casas tenían uno.

Fue entonces cuando decidió dedicarse a la cocina y, entre las recetas de su madre y las propias, comenzó a hacer quipes, pastelitos, jalao, dulce de leche… Pronto el sabor de Mariana se fue haciendo popular y no pasó mucho tiempo para que abriera la cafetería y pastelería Dedo, otro de los establecimientos simbólicos de Cuatro Caminos, el lugar ideal para quienes buscan los tradicionales “chimis”, pasteles en hoja, bizcochos y jugos naturales.

“Mi interés era hacer las cosas que los dominicanos extrañaban. Tener un rinconcito de allá”, cuenta.

“Es el bar-restaurante más conocido de los dominicanos”, asegura Bolívar Reyes, propietario de Esquina Caribeña. Y lo cierto es que es todo un clásico entre los negocios de Cuatro Caminos.

“Pica pollo”, longaniza, pescado frito, mangú y prácticamente cualquier otro plato típico de la gastronomía dominicana componen el menú del restaurante.

Entre las bebidas, hay dos que nunca faltan: la cerveza Presidente y el ron Brugal. La Esquina Caribeña es el lugar perfecto para una tarde de “cañas” -cervezas- o para recordar con un bocado cómo se come en República Dominicana.

Y es que aunque muchos de los primeros residentes dominicanos ya se han mudado de Cuatro Caminos, el barrio se mantiene como el punto de encuentro donde los criollos se reúnen a comer, a beber y, como dice Mercedita, “a recordar, con nostalgia, todo lo que se goza en Santo Domingo”.