NUEVA YORK._ José Liberato es un reconocido comerciante dominicano que se estableció en el Alto Manhattan y abrió la bodega "Liberato Food Market" con tamaño y mercancías de supermercado a finales de los 70´s. Su creatividad publicitaria al promover con un pegajoso slogan e imaginariamente manejando un “helicóptero”, atrajo a miles de clientes del populoso barrio dominicano y otros latinos residentes en la zona.
Pero, la imagen física de su negocio, actualmente era la misma de casi todos los establecimientos de su género en la ciudad, que desde finales de los sesentas esta bajo control de los dominicanos: locales estrechos, algunos de ellos sucios, carentes de diseños arquitectónicos atractivos, mercancías desorganizadas y vidrieras casi oscuras que por las noches, atraían a muy pocos.
Liberato quiere que esa imagen y ese perfil cambien radicalmente y después de participar en un seminario en Chicago organizado por el Consejo de Construcción Verde de ese estado, llegó motivado a Nueva York a meterse en la “onda” y contrató al arquitecto y ex candidato a concejal Luis Facundo, quien ha diseñado un modelo diametralmente opuesto a lo que tiene Liberato hoy y que ha bautizado como “la bodega del futuro”.
La estrategia, es para competir en lo posible con los denominados “mega mercados” o grandes centros comerciales que invierten sumas millonarias en sus imágenes físicas y publicidad. Facundo tiene la experiencia, de que sus padres que eran negociantes también en el área de los mega modelos y sostiene que esta es la mejor oportunidad no sólo para Liberato, sino para todos los comerciantes del área que deseen mantenerse compitiendo.
“Esta es una buena manera para mantener atrayendo a la gente de nuestros vecindarios y que el dinero se quede en el barrio”, dice Facundo. La bodega – supermercado de Liberato más concurrida por los dominicanos, está situada en la calle 183 y avenida Audubon y en la remodelación, Facundo ha incluido iluminación con luces de LED, y la señalización en la tienda será a partir de ahora sin papeles, sino con avisos electrónicos digitales. (Vea la Bodega de Liberato antes del cambio).
Hablando sobre el sistema de iluminación en el sistema LED, Facundo dijo que el consumo de energía eléctrica en la nueva bodega, se ha reducido en un 60% y agrega que le gustaría que otras bodegas del Alto Manhattan sigan los pasos de Liberato.
Entre los planes del negocio está el de vender alimentos “kosher” mayoritariamente de consumo judío, una comunidad que también tiene presencia dominante en la zona, el uso de energía solar y una cafetería con terraza cerrada y televisores plasmas en alta definición.
El propietario, con 66 años de edad espera que la remodelación aumente su clientela significativamente. “Este es el camino a seguir para la supervivencia de nuestros negocios”, expresó el comerciante que tiene otra bodega en la avenida Broadway. Aunque la remodelación comenzó en diciembre del 2010, Liberato no cerró la bodega y los clientes tuvieron que comprar, mientras se enteraban por sí mismos del espectacular cambio.
Datos del periodista Miguel Cruz Tejada en su facebook