SANTO DOMINGO.-El comunicador Guillermo Henríquez fue ingresado en situación de salud muy grave este día en la Clínica Abel González, afectado de un fallo multiorgánico.
El colapso de varios órganos y funciones en el cuerpo de Don Guillermo tiene como base una diabetes complicada, y se caracteriza por edema pulmonar, retención de líquidos, insuficiencia cardiacas, entre otros síntomas.
Para hacer más dificil la situación, los familiares del experimentado comentarista, locutor y cronista no cuentan con recursos para solventar los gastos, por lo que clamaron por ayuda de las autoridades.
Jocelyn de Henríquez, esposa de Don Guillermo, explicó que los ingresos y ahorros de la familia se han extinguido, producto de los elevados costos del tratamiento.
Reveló que el descontrol que ha reducido el estado del reputado comentarista es consecuencia de que en los últimos meses no pudo adquirir los caros medicamentos que amerita.
Amigos y compañeros de labores de Don Guillermo Henríquez gestionaban este día que las autoridades asistan al veterano, ya que de lo contrario su pronostico, de por sí complicado, se tornará más pesimista.
El libretista y actor Orlando Holguín abogó porque la Dirección de Prensa de la Presidencia, que dirige el secretario de Estado Rafael Núñez, intervenga en favor de Henríquez.
Se mostró esperanzado en ese sentido, ya que el Gobierno ha sido solidario, igualmente, con otras grandes figuras de la comunicación y el arte que atraviesan o ya pasaron por situaciones similares.
Guillermo Henríquez es comunicador de larga data. Nació en el país y su familia se radicó en Cuba en la década de 1940, para huir de la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo. Allí se formó en acreditadas academias de locución, actuación y periodismo.
Creó como empresario los centros nocturnos Piano Bar El Prestigio y Bar Don Guillermo, desde donde impulsó a grandes artistas en sus inicios, como los Hermanos Rosario, Tony Seval y Aníbal Bravo.
En esta etapa, profundizó como analista político, rol que inició con domingo Bautista en la Súper Tarde en los años 80, además de realizar desde hace 37 años el programa Una Sombra, una Voz y una Guitarra, dedicada a la música del interprete ciego boricua José Feliciano.
De Johnny Arrendel
