El incremento del nivel de criminalidad que se registra en esta ciudad, desde un tiempo hasta esta fecha, mantiene a la sociedad santiaguense en vilo y sumida en una gran preocupación, y exige una rápida respuesta positiva a estos crímenes atribuídos al sicariato y a los hechos delincuenciales.
Luego del asesinato en las últimas 72 horas de tres ciudadanos colombianos, un venezolano, un español, un pequeño empresario y un chofer de carro público, los santiagueros reclaman acciones más contundentes para prevenir la ocurrencia de estos hechos.
Empresarios, comerciantes, organizaciones comunitarias y de choferes, amas de casas y otros sectores, han expresado, en varias oportunidades, que estos hechos contrarían la normalidad de los santiagueros.
Consideran que se debe dar respuestas eficaces a las actividades de los grupos de delincuentes y de sicariatos para que esta provincia recobre la paz y la normalidad.
El presidente de la Asociación de Dueños de Tiendas del Centro Histórico, Carlos Lora, ha destacado el esfuerzo de la Policía Nacional para controlar la delincuencia, en sus más amplias manifestaciones, pero entiende que no ha dado el fruto que esta sociedad requiere.
Así mismo, Angelita Villamán, conocida dirigente comunitaria de la zona Sur, consideró que es hora de que se les ponga un freno a la actividad del sicariato y criminalidad en esta ciudad.
En los ochos meses de este año, en Santiago han muerto 105 personas en hechos violentos, de las cuales 23 han sido ejecutadas por sicarios órdenes provenientes de narcotráficantes, principalmente.
Recientemente, fueron asesinados en esta ciudad los colombianos Carlos Arturo Pedraza García, Serafín Alvarado Bautista y Héctor Elías Peña García y el venezolano Silvio César Sánchez Monterrosa, cuyos cadáveres atados de pies y manos fueron encontrados en una vivienda abandonada en el residencial Cerros de Gurabo III.
El pasado jueves fue acribillado a balazos, delante de varias personas, el español Pablo Fanjul García, cuando caminaba ejercitándose por el parque E. León Jimenes.
