Una cooperativa agroecológica administra este lindo rincón escondido entre las lomas de Santiago Rodríguez
Yaniris López
En honor a la palmera endémica que llaman catey, se levanta en el extremo este de la provincia Santiago Rodríguez, en el mismo corazón de la sierra y próximo a la zona de incidencia del Parque Nacional Armando Bermúdez, un centro ecoturístico de infraestructura y paisajes nada raros, pero tan vírgenes los paisajes y tan adecuada la infraestructura que no dejan de impresionar.
Las aguas caudalosas del río Mao acompañan a los viajeros que durante su estancia duermen en cabañas sobre pilotes tipo palafitos, se alimentan con productos que por ser del campo más cercano y estar preparados en fogón saben diferente, y se desenvuelven en condiciones mínimas.
Una sola visita al Centro Ecoturístico El Catey parece confirmar que no se necesitan muchas cosas para ser feliz aquí: que basta con abandonarse al silencio y rodearse de verde, mucho verde.
En la cuenca alta del río Mao
La administración del Centro Ecoturístico El Catey es uno de los proyectos que tiene a su cargo la Cooperativa Agroecológica de la Cuenca Alta del Río Mao, con sede en la comunidad El Aguacate, de la sección Toma. La mayoría de sus 215 miembros se dedica a la producción y comercialización del café. La asociación opera en cinco distritos cooperativos: La Sidra, Cenoví, El Aguacate, La Leonor y El Montazo.
Su presidente, Ramón Enrique Torres (Moncito), dice que son pequeños productores que se debaten entre la miseria y la esperanza que además de gestionar ingresos para sobrevivir tienen clara otra misión: que los visitantes, pernoctando en el lugar, recorriendo los senderos y observando la naturaleza, comprendan la importancia de preservar los bosques y los recursos naturales.
“El que viene hace contacto de manera directa con esta maravilla boscosa. Aquí nacen las principales fuentes de agua que abastecen la presa de Monción y tenemos claro que el mejor aporte que le hacemos a la sociedad dominicana es conservar estos bosques, para garantizar que esta presa tenga vida útil en el tiempo”, indica Moncito.
El Instituto para la Cultura y la Autogestión Popular de la región Noreste (Incap), la Red Dominicana de Turismo Rural (Redotur) y el Programa de Pequeños Subsidios (PPS) respaldan el proyecto.
De la Redotur reciben asesoría que les ayuda a fortalecer su nivel institucional, realizar planes de negocios y mejorar los servicios que brindan, informa Jerson Mateo, director ejecutivo.
“Nuestro papel es apoyarlos en sus necesidades, fortalecer la iniciativa haciendo sometimientos de proyectos a instituciones nacionales o internacionales para fortalecer esas debilidades y darles asistencia para que reciban la mayor cantidad de personas”, expresa.
Como la vida útil no sólo de la presa de Monción, sino de muchas comunidades rurales depende de lo que se hace en la cuenca alta del Mao, los servicios de El Catey, como la zona, tienen vocación ecológica.
Pago por servicios ambientales
En vista del mal estado de los caminos que llevan hasta El Aguacate, de las deficiencias en los servicios de salud y educación que se registran en la zona, para evitar que los campesinos abandonen el área o decidan buscar alternativas de producción más rentables pero más nocivas al medio ambiente, la Cooperativa quisiera hacerle una petición a las autoridades.
“Estamos demandando ante el Estado el pago por servicios ambientales, que sería una de las compensaciones que el campesino tendría para poder seguir viviendo acá”, explica Moncito. Y agrega: “Esta cobertura forestal depende de las comunidades cafetaleras, aquí hay alrededor de 20 mil tareas de café”.
Sólo una mejoría motivaría a los campesinos a quedarse y seguir protegiendo la zona, indica, pues de otra forma podrían sustituir los productos y mochar el bosque.
Moncito aclara que no se trata de que les den un incentivo de dos o tres mil pesos, sino de que se realicen programas y proyectos de generación de ingresos en las comunidades que contribuyan a mejorar su calidad de vida. “Si lo hacen, la gente se quedará en la zona, cuidándola; en lugar de destruir el bosque, lo cuidarán y lo desarrollarán”.
Cabañas. El centro dispone de cuatro cabañitas individuales y dos construcciones grandes para grupos que suman 31camas disponibles para un alojamiento promedio de unas 50 personas. El lugar se presta, a la perfección, para organizar retiros, convivencias y giras estudiantes. Las visitas se reciben previo aviso y coordinación.
Alrededores. Una de las vistas más hermosas es la del salto El Naranjito sobre el arroyo La Tarana, en los alrededores de Cenoví. Frutas raras y flores silvestres alegran los senderos que da más gusto recorrer a pie. El centro de salud y puesto de guardia más cercanos están a cinco kilómetros, en La Leonor.
Cómo llegar. El Catey se encuentra en la comunidad El Aguacate, a 40 kilómetros del municipio de Monción y a 45 del centro de Sabaneta. Los caminos vecinales que llevan al lugar están en malas condiciones. La ruta más corta es la que comienza en la salida de Monción y sigue hasta La Leonor, luego se toma el camino hasta El Aguacate y de allí a El Catey.