miércoles, 7 de septiembre de 2011

El arroz y la dieta dominicana


SANTO DOMINGO. Los dominicanos somos despectivos con lo que comemos: nuestro almuerzo es el "chao"; acusamos a los plátanos de embrutecernos y responsabilizarlos al arroz de la barriga que se niega a someterse al yugo del cinturón.

Con el arroz tenemos la típica relación amor / odio: nos "engorda", pero no podemos vivir sin él. De niños a adultos dependemos del arroz para sentirnos dominicanos. Y en este tema no somos racistas ni despreciamos colores: lo consumimos indistintamente blanco, brilloso y graneadito, como se prefiere en moros de cualquier color; en locrios o en "compaña".

Tremendamente versátil y a decir de algunos "agradecido", el arroz permite que se le mezcle con toda la despensa y la mitad de la nevera, lo que ha ayudado en más ocasiones de las que se cuentan con la precaria economía familiar.

Una historia milenaria:

El arroz (Oryza sativa) es una planta herbácea anual de la familia de las gramíneas y es junto al trigo, el cereal más consumido en el mundo y base alimentaria de miles de millones de personas.

Se conoce y se consume desde hace más de 5000 años, originario de China. Pero aún representando el 20% de la energía alimentaria del mundo, por sí solo no puede sostener una dieta adecuada por la falta de micronutrientes esenciales.

Sabía usted que el arroz blanco y limpio que consumimos pierde el 15% de su peso y casi todas sus propiedades nutritivas en el proceso de su industrialización?

Cuando se limpia y se descascarilla, se elimina la cáscara dura no comestible que protege el grano, pero que preserva el "salvado". De esta manera es que se obtiene el "arroz integral", rico en vitaminas del complejo B, minerales y fibras. Es la forma más saludable y nutritiva de consumirlo.

En procesos sucesivos de "limpieza" se elimina total o parcialmente el salvado, llevándose también gran parte de la riqueza nutricional del grano integral. Finalmente el germen se elimina en su totalidad en el proceso de pulido. Cuando el arroz es "vitaminado", se pide al consumidor que no lo lave antes de prepararlo para evitar que se pierdan las últimas vitaminas que le quedan y parte de su almidón.

Ventajas de su Consumo:

El consumo regular de arroz resulta efectivo en la prevención y mejoría de algunas patologías como la hipertensión arterial por su bajo contenido de sodio, siempre y cuando no se le adicione sal.

Las personas de colesterol elevado deben consumir arroz integral porque la cáscara posee fitosteroles, que reducen los niveles de colesterol sanguíneo. Otra ventaja de la cáscara es su contenido en silicio, útil en la formación de los huesos. El consumo de arroz integral se aconseja después de una fractura, sobre todo en personas mayores de edad.