A pesar del trabajo que han hecho Acción Callejera y otras instituciones en Santiago muchos niños continúan realizando trabajos en las vías públicas, actividades a las que se dedican desde las primeras horas de la mañana, hasta entrada las diez de la noche.
El problema es bastante grave porque además de que estos infantes pierden la oportunidad de acudir a la escuela que en su edad según la propia Constitución es obligatoria, se exponen al peligro que asecha a la sociedad en su conjunto en medio de la ola de violencia y criminalidad.
Actividades como limpiar vidrios en los semáforos y zapatos son las principales ocupaciones de estos niños inocentes, muchos de los cuales tienen que producir parte de los ingresos que se necesitan en el hogar para el sustento de la familia.
Cuando el transeúnte no acepta los servicios que ellos ofrecen optan por solicitarle que le regalen dinero, lo que hace más grave el problema, cuando estos debieran estar en las escuelas recibiendo el pan de la enseñanza.
Por un lado se trata de padres irresponsables, que han olvidado el compromiso que tienen de alimentar, educar y cuidar a sus hijos y por otra parte está el problema de la cantidad de madres que son jefa de hogar, a quienes los recursos que reciben, no les dan para asegurarle su manutención.
El problema se acentúa aún más en la medida en que la desintegración familiar, se ha incrementado y el golpeo sistemático de crisis económica, con la escalada alcista de los precios de productos y servicio, que han reducido de forma drástica el poder adquisitivo de la población.
Muchos de estos niños son vistos pasada las diez de la noche en las avenidas pidiendo bola a conductores, porque el dinero que ganan no lo pueden gastar el transporte, porque entonces llegarían sin nada a sus respectivos hogares.
ese malestar se suma la mala alimentación que llevan estos niños que sea por la razón que fuere están desamparados en las calles de Dios, en medio de una situación de crisis y pérdida de valores.
FELIX PARRA LAINFORMACIONDIGITAL.COM