viernes, 14 de octubre de 2011

Por un Santiago tranquilo, seguro y sin ruido

POR LUISA REBECCA VALENTIN VOZDIARIA.COM.DO

Tras largos períodos de oscuridad, delincuencia y ruido, la ciudad de Santiago, está ganando el título de ciudad peligrosa. Lejos de ser la ciudad que con orgu-llo exhibían sus habitantes y que elogiaban sus visitantes, Santiago, en los últimos años se ha convertido en insegura y peligrosa y es que se ha ido de la manos de las autoridades y de los mismos ciudadanos que han contribuido con esa mala reputación. El resto se ha trancado en sus casas y no va a ninguna parte.

La oscuridad, el ruido y la inseguridad, conforman un panorama que nada bien le hace a esta ciudad. Estamos en un mundo absurdo, donde muchos programas se dedican solo a ofrecer malas noticias, medio que les ha servido para lucrarse y a la vez, afectar de manera negativa la imagen de una ciudad y de sus ciudadanos. Vivimos en un mundo absurdo al que no le encuentran sentido los santiagueros que siempre vivieron con el orgullo de su bella y segura ciudad, en el Santiago tradicional.

A esto se agrega la difusión de géneros musicales muy alienantes que incitan a la violencia. Ya estamos recibiendo los frutos de esto. Jóvenes violentos y rebeldes, muchachos que se suicidan o hacen lo que les da la gana que no tienen disciplina ni valores. Muchachos que pierden sus años de creatividad entre sueños de drogas, sexo, dinero fàcil y violencia, dejando atrás sus mejores años entre el “tunque tunque” de música alienante que no dice nada que valga, ni en términos de letra, ni en términos de música y de aporte a la consciencia y al espíritu, mucho menos.

Ya se han iniciado los primeros pasos, las calles del centro histórico de Santiago han sido iluminadas. La ciudad ha vuelto a tener claridad en las noches, aún falta reforzar la seguridad, pero estamos en el camino. También ha sido iniciado un operativo anti ruido. Se ha hecho un programa de recogida de bocinas en los colmadones que no dejan dormir a nadie. Los colmados son para vender comida, no para vender bebidas y poner música sin control, para eso están los bares y discotecas a puertas cerradas. Ojalá que la Navidad no eche un paso para atrás y que no vuelvan los musicones a molestar a los vecinos.

Hay que saludar la iniciativa del nuevo general de la Policía Nacional Romer López y del Ministerio Público, aún se necesita que se unan más instituciones.

Que se una todo el mundo en procura de recobrar a Santiago de esta vorágine. Que la ciudad vuelva a ser lo que antes fue. Hay que aunar esfuerzos en bien de la salud de la gente, de la imagen de la ciudad y de la seguridad de todos como ciudadanos. Estamos a tiempo aún.