Autor Miguel De Jesús
Director de este Blog
El Presidente de la Cámara de Diputados, Licenciado Abel Martínez, encontró en Santiago, ciudad a la que ha representado con dignidad, a su hermano Caín, solo que no es uno solo, son varios con ese nombre de Diablo.
Amparados en un supuesto movimiento cultural llamado “La Multitud”, se han tomado el derecho de dar una muerte moral a Martínez, declarándolo persona no grata en la ciudad Corazón.
Según ellos, es por la aprobación reciente del Presupuesto Nacional, más que un grupo cultural, parecían borrachos salidos de un Bar de mala muerte, hasta un enmascarado con cuadre afeminado protestaba en el parque Duarte.
Con intereses más oscuros que la pista de baile donde una vez, abrasé a una novia al bailar un bolero de Rolando Ojeda, ellos gritaban a vivo pulmón su infamia contra un hombre que solo ha sabido trabajar por Santiago y su país
Nobleza obliga cuando hablo de Abel, Catedrático universitario, forjador de sueños desde las aulas, inspiración de los jóvenes de hoy, consagrado al servicio en beneficio de la humanidad y muchos valores que sumados, lo hacen un ser excepcional
Con la irresponsable y ridícula protesta, no lograrán empañar la destacada obra protagonizada por un ciudadano que con su nacionalidad prestigia a cualquier país del mundo, por suerte la lluvia de inmundicia producida por ellos no salpicó a Martínez.
Eclipsar el Sol que ilumina al Presidente de la Cámara de Diputados, no es tarea fácil, pues su transparencia, honestidad y sencillez, en el diario accionar es conocida y reconocida por todos.
Caín el hermano malo, encontró al joven Abel, solo que esta vez Dios procuró cubrir con una virginidad sagrada el Alma y Corazón de este hombre generoso, que se abre paso en la vida, llenando de orgullo a todos nosotros.
