Por Tony Rodríguez/Editor cultural portal El Ratón Digital //
Una de las grandes debilidades que tiene la gestión cultural del actual gobierno, es su desinterés por llevar la cultura a los barrios. Al menos, pasar y dejar la hojarasca, no es lo mismo que sembrar instituciones culturales, desde las cuales se impulse el desarrollo del espíritu de la niñez y la juventud.
Santiago tiene el privilegio de contar con un espacio amplio, bien ubicado, donde actualmente opera la Escuela de Bellas Artes -EBAS-. Una finca de alrededor de seis tareas, en donde está sembrada la vieja casona de Trujillo.
Justo ahí, proponemos que se construya un politécnico cultural, de 24 aulas, con un antiteatro, con un teatro y laboratorios artísticos, con servicio de autobuses para recoger y devolver a los barrios de la periferia de Santiago, a los miles de niños y adolescentes, que hoy se exponen a ser víctimas de los vicios, de las organizaciones vandálicas y de las malas influencias.
Prevenir la delincuencia requiere de políticas públicas centradas en la juventud. Tanto espacio dedicado a hacer poco, cuando se puede hacer mucho con una gestión cultural inteligente y oportuna.
Sugerimos, y a la vez, proponemos, al licenciado José Augusto Izquierdo, director de FONPER, que construya un politécnico cultural de 24 aulas, en el patio grande en que opera Bellas Artes de Santiago.
Un gran legado, que sabemos ese gran santiaguero puede impulsar.
Pena que con los fondos de Cultura se hacen otras cosas, lejanas a la visión de integrar al máximo a la juventud y a la niñez a elevar el espíritu a la soberana creatividad que todos llevamos dentro.
