La oposición como parte estructurada en forma de partido político no existe en la República Dominicana. Es una pena que así sea, pero es una realidad tan brillante como la luz del sol.
El partido que gobierna en la nación dominicana está cómodo y sin preocupación en ese sentido porque sabe que no tiene resistencia de organización política que verdaderamente le sea adverso.
Reflexiono con el derecho que me asiste como ser humano y como un defensor de los pobres, algo que he aprendido del mas íntegro y noble protector del prójimo: Jesucristo.
La oposición la encarna el pueblo como tal, una gran parte de la prensa, la falta de voluntad para resolver los problemas perentorios por los que atraviesa el país, pero además un crecimiento de la impunidad a niveles vergonzosos, la delincuencia que arropa a la sociedad desde arriba hasta abajo, el auge de la corrupción, la falta de transparencia y de honor de parte de algunos que presiden, la indetenible ola de criminalidad que abarca desde la indigencia hasta los sectores mas encopetados, la carencia de una educación digna, la inseguridad ciudadana, un superávit en los ingresos que solo se concibe desde arriba porque abajo nadie lo ve, un sistema de salud desigual e indiferente a la mayoría, ustedes perdónenme pero esa es la pura realidad, esa situación y mucho más es la plataforma que se ha constituido en la oposición en la patria de Duarte.
Nadie entiende ese silencio cómplice del PRD como partido; será objeto de estudios profundos en los años por venir. Hipólito Mejía, su candidato a las elecciones venideras, es quien levanta su voz y saca la cara por su partido, como queriendo decir: ‘mientras yo esté aquí habrá PRD y la oposición no perecerá en mis manos".
Con la situación que abruma al colectivo, si fuese el partido en el gobierno, haría una oposición de maravilla y nadie le impediria llegar al poder.
¿Cómo es posible que al presidente del país lo llamen el padre de la educación dominicana y prácticamente nadie dice nada?. Solo algunas voces aisladas han hecho un poco de ruido, pero eso no se siente ante la gravedad de esa declaración.
No hay dudas de que el momento actual necesita de lo mejor de la patria, porque no es posible que la misma siga cabalgando sobre la configuración de la frase aquella: el amor y el interés se fueron al campo un día y mas pudo el interés que el amor que le tenía.
¿O es que se olvidaron de el requerimiento de Don Juan: servir al partido para servir al pueblo?. Estas ideas vinieron a mí mientras estaba reflexionando desde mi escritorio. Dios te bendiga. Jesucristo te ama.
Pastor Antonio Regalado
Articulista
