

POR LUISA REBECCA VALENTÍN
Arzobispado de La Habana acoge como “gran privilegio” anuncio de visita papal
En Cuba, La Habana es la ciudad para los coleccionistas... Desde que entras en contacto con ella, conectas de inmediato con su condición de ciudad única, ciudad inolvidable, con escenas que se quedan en la memoria para siempre, perpetuándose y manteniéndose como particulares puñados de historias sin olvido.
Las calles llenas de edificaciones impresionantes que datan de un pasado esplendoroso y que cada una cuenta una o miles de historias de personajes, de hechos, de situaciones importantes para narrar, para recordar... Igualmente, en sus pequeñas tiendas, artículos de colección donde cada uno posee una historia particular que cuenta al visitante. Mercados llenos de artesanías y objetos de impresionante valor histórico se encuentran al doblar la esquina, con un hombre de pueblo que, junto a su interés de vender, también cuenta la historia cierta o inventada de la pieza.
Libros, discos, escenas de artistas, carros antiguos, fachadas impresionantes, edificaciones y recuerdos. Todo en un grupo de calles que contienen historias y las cuentan. Son realmente un amplio conjunto de experiencias y vivencias esenciales para cualquier coleccionista, ya de objetos, ya de libros, de discos, de fotos o de imágenes que se agrupan celosamente en un cuidadoso y privilegiado espacio de la memoria.
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