miércoles, 14 de diciembre de 2011

Contaminación visual - sónica: asesina silenciosa




La evolución de la sociedad ha traído consigo el aumento de elementos que perjudican al ser humano, tal es el caso de la contaminación sónica y visual, las cuales se han convertido en un problema de salud pública, con numerosos efectos a nivel fisiológico, psicológico, económico y social.
El término contaminación acústica hace referencia al ruido como, un sonido molesto que puede producir efectos fisiológicos y psicológicos nocivos para una persona o grupo, mientas que la contaminación visual es contemplada en el derecho comparado como “el fenómeno me-diante el cual se ocasionan impactos negativos importantes en la percepción visual por la distorsión o cualquier forma de alteración del entorno natural, histórico y urbano de la ciudad, que deteriore la calidad de vida de las personas”.
Pese a que la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales establece en su artículo 114 que la regulación de los niveles de ruido corresponde al Ministerio de Medio Ambiente en coordinación con los ayuntamientos y la Policía municipal; es muy poco lo que las autoridades hacen por detenerla.
Expresión que sustenta el consultor ambiental Pagán Rodríguez, quien afirma que por lo menos la Procuraduría General de Medio Ambiente hace su trabajo. “Lo que pasa es que hay otras autoridades como Coba y anti ruido que no colaboran en nada. ‘hace falta mover la mata”’.
Todos, alguna vez, hemos sido testigos de la música alta de los colmadones y vehículos, del ruido molestoso de industrias, guaguas anunciadoras, alarmas a deshoras de la noche, así como de la cantidad exorbitante de vayas y afiches publi-citarios, en su mayoría alusivos a la campaña electoral, que invaden la cuidad.