EFE
Washington
Los comentarios del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en los que se preguntó si los casos de cáncer entre gobernantes de América Latina pueden haber sido inducidos son "horrendos y reprensibles", dijo hoy el Gobierno de EE.UU.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, calificó así unas declaraciones hechas por Chávez este miércoles al referirse al cáncer diagnosticado esta semana a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y al hecho de que haya otros mandatarios, como él mismo, que hayan sido afectados por esa enfermedad.
Nuland no dijo nada más al respecto de las sospechas formuladas por Chávez, que si bien no mencionó a EE.UU. directamente en lo relativo al cáncer, sí habló en las mismas declaraciones de los experimentos estadounidenses con campesinos guatemaltecos a los que se les inoculó la sífilis en los años 40.
"Al menos es extraño, muy, muy, muy extraño", dijo Chávez sobre la abundancia de diagnósticos de cáncer entre presidentes latinoamericanos.
Además de Fernández y Chávez, a la hoy presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se le diagnosticó un cáncer linfático en 2009, cuando aún no estaba en el poder, y por el mismo tipo de cáncer tuvo que ser tratado en 2010 el presidente paraguayo, Fernando Lugo.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, calificó así unas declaraciones hechas por Chávez este miércoles al referirse al cáncer diagnosticado esta semana a la presidenta argentina, Cristina Fernández, y al hecho de que haya otros mandatarios, como él mismo, que hayan sido afectados por esa enfermedad.
Nuland no dijo nada más al respecto de las sospechas formuladas por Chávez, que si bien no mencionó a EE.UU. directamente en lo relativo al cáncer, sí habló en las mismas declaraciones de los experimentos estadounidenses con campesinos guatemaltecos a los que se les inoculó la sífilis en los años 40.
"Al menos es extraño, muy, muy, muy extraño", dijo Chávez sobre la abundancia de diagnósticos de cáncer entre presidentes latinoamericanos.
Además de Fernández y Chávez, a la hoy presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se le diagnosticó un cáncer linfático en 2009, cuando aún no estaba en el poder, y por el mismo tipo de cáncer tuvo que ser tratado en 2010 el presidente paraguayo, Fernando Lugo.