sábado, 3 de diciembre de 2011

Un periodista que Gobierno trató de ayudarlo decidió ser esclavo de las drogas




Redacción/Caribbean Digital

Carlos Cepeda viste como un huérfano, mal oliente y deambula en las calles de Santiago pidiendo limosnas para mantener su adicción a las drogas narcóticas. El Gobierno trató de ayudarlo al otorgarle una pensión de 25 mil pesos al mes, pero éste la abandonó porque no pudo cumplir con acuerdo de someterse a rehabilitación.

SANTIAGO, RD./ Por continuar en los vicios de las drogas, como vagabundo por las calles de esta ciudad, el periodista Carlos Cepeda, una de las plumas mas finas y cotizadas del periodismo nacional, perdió una pensión del Gobierno por no someterse a un tratamiento de desintoxicación.


Con apenas dos semanas en un proceso de rehabilitación en la clínica Cruz Jiminián, de la capital, el comunicador abandonó el centro de salud por dedicarse al bajo mundo del consumo de drogas narcóticas.

Con una gorra y una camisa amarrada en la cintura, el periodista Carlos Cepeda trata de alcanzar a alguien para “tumbarlo” con una limosna, durante un acto político en la Arena del Cibao.
“Fue pensionado con 25 mil pesos mensuales, que lo recibía su madre, pero el acuerdo era que continuara la rehabilitación, pero al fugarse de la clínica al parecer le retiraron el respaldo económico”, dijo a este medio un periodista con conocimiento de causa.
El periodista Carlos Cepeda trabajó en la Presidencia de la República, en el gobierno del extinto presidente Antonio Guzmán Fernández. Hace un par de años aún escribía para periódicos nacionales, y a pesar de su desgraciado estilo de vida, sus comentarios recibían la atención de los lectores.
Hace un par de años, el periodista Fernando Peña, en un articulo en el periódico NuevoDiario Digital, dijo que “Carlos Cepeda es ser humano, periodista de una gran inteligencia, memoria e imaginación fuera de lo normal”.
“Que pena amigo verte así, tú que en tus años de esplendor periodístico tenía muchos amigos de poder político, económico y social. Hoy anda por las calles como un limosnero pidiendo una moneda para subsistir con tus vicios y desventuras”, le manifestó Fernando Peña a Carlos Cepeda.