La defensa de Affe Gutiérrez Gil, esposo de Sarah Pepén, y Rafael Gutiérrez Heredia, cuya sentencia de descargo por el asesinato del menor Webster Junior Solís en junio del 2005 fue revocada, ratificó la inocencia de ambos acusados y advirtió que no se les puede privar de su libertad.
Las abogadas Zaida Carrasco y Manuela Ramírez calificaron, además, la revocación de la sentencia por parte de la anterior Suprema Corte de Justicia (SCJ) como “un acto propio de un paleolítico jurídico”, por lo que se mostraron confiadas en que un nuevo juicio habrá de concluir con la evacuación de otra sentencia de descargo. Al respecto, dijeron estar preparados para demostrar en la corte la inocencia de los imputados.
Ambas expusieron ante los medios de comunicación en rueda de prensa realizada en la residencia de Affe Gutiérrez Gil, en la que estuvieron presentes su esposa, la comunicadora Sarah Pepén, y su padre, el también imputado Rafael Gutiérrez Heredia.
Sarah Pepén se mostró confiada en que Dios, manifestado a través de sus abogadas, demuestre la inocencia de los imputados, y lo propio hizo su esposo Gutiérrez Gil, quien subrayó que “mis manos y mi conciencia están limpias”.
Dijo que ni él ni su padre abandonarán el país y que darán la cara a la justicia, pues “solo los culpables huyen, y nuestra inocencia se ha demostrado y se seguirá demostrando”.
De su lado, las abogadas defensoras observaron que el Ministerio Público no puede disponer la privación de la libertad de sus defendidos, ya que solo un juez puede emitir una medida de esa naturaleza.
Fueron enfáticas en la inocencia de sus defendidos, señalando que cuando el menor Webster Junior Solís fue asesinado ambos estaban detenidos en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
“No hay ninguna evidencia ni ninguna orden de que ese día, o el día anterior, o el día después hayan sido puestos en libertad, entonces que alguien explique cómo era que estaban en dos lugares al mismo tiempo, cómo es que estaban en el Palacio de Justicia, presos, y en el hipódromo V Centenario dejando un cadáver”, apuntaron.
Las abogadas Zaida Carrasco y Manuela Ramírez calificaron, además, la revocación de la sentencia por parte de la anterior Suprema Corte de Justicia (SCJ) como “un acto propio de un paleolítico jurídico”, por lo que se mostraron confiadas en que un nuevo juicio habrá de concluir con la evacuación de otra sentencia de descargo. Al respecto, dijeron estar preparados para demostrar en la corte la inocencia de los imputados.
Ambas expusieron ante los medios de comunicación en rueda de prensa realizada en la residencia de Affe Gutiérrez Gil, en la que estuvieron presentes su esposa, la comunicadora Sarah Pepén, y su padre, el también imputado Rafael Gutiérrez Heredia.
Sarah Pepén se mostró confiada en que Dios, manifestado a través de sus abogadas, demuestre la inocencia de los imputados, y lo propio hizo su esposo Gutiérrez Gil, quien subrayó que “mis manos y mi conciencia están limpias”.
Dijo que ni él ni su padre abandonarán el país y que darán la cara a la justicia, pues “solo los culpables huyen, y nuestra inocencia se ha demostrado y se seguirá demostrando”.
De su lado, las abogadas defensoras observaron que el Ministerio Público no puede disponer la privación de la libertad de sus defendidos, ya que solo un juez puede emitir una medida de esa naturaleza.
Fueron enfáticas en la inocencia de sus defendidos, señalando que cuando el menor Webster Junior Solís fue asesinado ambos estaban detenidos en la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
“No hay ninguna evidencia ni ninguna orden de que ese día, o el día anterior, o el día después hayan sido puestos en libertad, entonces que alguien explique cómo era que estaban en dos lugares al mismo tiempo, cómo es que estaban en el Palacio de Justicia, presos, y en el hipódromo V Centenario dejando un cadáver”, apuntaron.
