martes, 17 de enero de 2012

Una tragedia anunciada... en Facebook



ELMUNDO.es | Madrid

Parece increíble, pero de nuevo las redes sociales han adquirido su protagonismo también en la tragedia del 'Costa Concordia'. Según publica el diario italiano 'Corriere della Sera', la hermana del 'maître' del crucero, Antonello Tievoli, anunció en su Facebook 40 minutos antes de que el barco encallara que el 'Concordia' iba a pasar cerca de la costa de Giglio, donde vive la familia de Tievoli.

"Pronto pasará cerca de la costa el crucero Concordia", publicó la hermana a las 21.08 horas en su perfil de Facebook. Un mensaje que no tendría importancia si no fuera porque la Fiscalía cree que el accidente del crucero se produjo porque el capitán decidió acercarse demasiado a la costa para enviar un saludo a los familiares del 'maître'.

El mensaje continúa: "Un saludo a mi hermano que por fin llegará a Savona para disfrutar de unas vacaciones".

Según los primeros datos de la investigación, el crucero encalló porque chocó contra un arrecife cuando se acercaba a la costa para lanzar un saludo con las sirenas a los habitantes de la isla y, en especial, a la familia de Tievoli en su honor.

Según informes que cita 'Il Tirreno', el 'maître' habría llamado la noche anterior a sus padres para decirles que a las 21.30 el barco se acercaría a la costa. Sin embargo, el padre de Tievoli niega que su hijo permitiera realizar una maniobra así para mandar un saludo. "El barco llega cada semana y cada semana nuestro hijo nos avisa (...) Nunca ha pedido que se acercara tanto para enviar un saludo. El crucero siempre pasa a menos de 400 metros de la isla. No creo que el capitán quisiera hacer un homenaje a mi hijo. El viernes algo fue mal".

Según se ha determinado, las rocas contra las que chocó el crucero sí figuraban en las cartas náuticas. El director ejecutivo de la empresa operante, Pierluigi Foschi, aseguró que es indiscutible que hubo un "error humano".

Las declaraciones de Foschi parecen reafirmar las sospechas de que el capitán, de 52 años, desvió el crucero, en el que viajaban más de 4.200 personas, para acercarlo a la isla de Giglio con el fin de saludar a los turistas congregados en la orilla.