Por Héctor Marte Pérez
Periodista
En los últimos procesos electorales los partidos han utilizado a sus líderes muertos en la campaña, como buscando una ayudadita desde el “más allá”.
Así, Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez, aún después de muertos, han jugado roles importantes en distintas campañas, cuando han sido convertidos en las figuras centrales de spots de radio, televisión y otros medios publicitarios.
El recurso es cada vez menos utilizado, y de hecho, en esta ocasión los perredeístas han dejado tranquilo a Peña Gómez, y los peledeístas hace mucho que soltaron a Bosch. Sin embargo, los reformistas no quieren dejar quieto a Balaguer, y su figura es usada por los dos bandos: los que apoyan la alianza púrpura y los disidentes.
La voz
Durante la campaña se estará oyendo al doctor Balaguer proclamando que “el camino malo está cerrado”, pero también advirtiendo que “el Partido Reformista no come solo”. Reformistas pro PRD y pro PLD estarán amplificando la misma voz, con mensajes distintos. El pleito ya no es entre “reformistas de la luz y de la sombra”, sino entre los rosados y los púrpuras.
