POR BIENVENIDO ROJAS
Me tomo el derecho de aprovechar este momento de celebración por parte de los campeones Leones del Escogido y además de que somos sede de la Serie del Caribe para realizar algunas precisiones sobre nuestro pasatiempo nacional, que son más que una denuncia, una voz de alerta ante el deterioro del béisbol del Caribe.
Si le pasamos revista al torneo de béisbol otoño-invernal en la República Dominicana, la conclusión a que llegamos es que tiene un futuro incierto, lo está arropando, lo está devorando una profunda crisis de calidad, la mediocridad campea por sus fueros, y los principales ejecutivos parecen no darse por enterados. Felipe Rojas Alou, un verdadero gurú del béisbol, planteó en una ocasión que el béisbol dominicano tenía varias etapas. Un inicio sin luminarias, la partida en diciembre de algunos importados y luego la integración masiva de los jugadores de Grandes Ligas.
Hoy estamos ante un fenómeno digno de ponerle atención. De un béisbol que era calificado de triple A, fuerte, con alta presencia de jugadores de Grandes Ligas, hoy tenemos un béisbol que no llega a Doble A y que los peloteros establecidos, ya sea por la fatiga extrema, las prohibiciones u otras razones, ni se acercan por los estadios.
En diciembre, cuando los equipos se fortalecían con lo mejor de sus estelares, hoy es todo lo contrario. En época pasada, en diciembre, cada equipo salía al terreno por lo menos con seis jugadores de liga grande. Revisen hoy los rosters de los cuatro equipos que accionaron en el Todos Contra Todos, eran roster "Cebolla", porque lo ves y te pones a llorar por la pobre calidad.
Los importados que se contrataron fuera de poca monta, en su mayoría fuera del béisbol organizado. Este año los paquetes jurásicos hicieron olas.
Una muestra del desprecio de Major League Baseball hacia nuestro béisbol, es que ya ni los presidentes se acercan por estos lares, como lo hacían Horace Stoneham, Peter O'Malley, John Mullen y otros. Y si mi disco duro no me falla, desde Bowie Kuhn, ningún comisionado de Grandes Ligas se ha dignado a presenciar el Clásico del Caribe. Si eso no es desprecio, póngale usted nombre y apellido.
Y ese mal de baja calidad no es local, analicen los rosters de los equipos que vendrán a la Serie del Caribe, Indios de Mayagüez, Yaquis de Obregón y Tigres de Aragua, está el desecho al pecho.
Si la Confederación del Caribe, un organismo genuinamente vedetto y su presidente Juan Puello Herrera no se amarra los spikes y decide luchar, dar el pleito ante Major League para erradicar la Fatiga Extrema y esas prohibiciones antojadizas, el béisbol del Caribe se jodió... y es una pena.
Si le pasamos revista al torneo de béisbol otoño-invernal en la República Dominicana, la conclusión a que llegamos es que tiene un futuro incierto, lo está arropando, lo está devorando una profunda crisis de calidad, la mediocridad campea por sus fueros, y los principales ejecutivos parecen no darse por enterados. Felipe Rojas Alou, un verdadero gurú del béisbol, planteó en una ocasión que el béisbol dominicano tenía varias etapas. Un inicio sin luminarias, la partida en diciembre de algunos importados y luego la integración masiva de los jugadores de Grandes Ligas.
Hoy estamos ante un fenómeno digno de ponerle atención. De un béisbol que era calificado de triple A, fuerte, con alta presencia de jugadores de Grandes Ligas, hoy tenemos un béisbol que no llega a Doble A y que los peloteros establecidos, ya sea por la fatiga extrema, las prohibiciones u otras razones, ni se acercan por los estadios.
En diciembre, cuando los equipos se fortalecían con lo mejor de sus estelares, hoy es todo lo contrario. En época pasada, en diciembre, cada equipo salía al terreno por lo menos con seis jugadores de liga grande. Revisen hoy los rosters de los cuatro equipos que accionaron en el Todos Contra Todos, eran roster "Cebolla", porque lo ves y te pones a llorar por la pobre calidad.
Los importados que se contrataron fuera de poca monta, en su mayoría fuera del béisbol organizado. Este año los paquetes jurásicos hicieron olas.
Una muestra del desprecio de Major League Baseball hacia nuestro béisbol, es que ya ni los presidentes se acercan por estos lares, como lo hacían Horace Stoneham, Peter O'Malley, John Mullen y otros. Y si mi disco duro no me falla, desde Bowie Kuhn, ningún comisionado de Grandes Ligas se ha dignado a presenciar el Clásico del Caribe. Si eso no es desprecio, póngale usted nombre y apellido.
Y ese mal de baja calidad no es local, analicen los rosters de los equipos que vendrán a la Serie del Caribe, Indios de Mayagüez, Yaquis de Obregón y Tigres de Aragua, está el desecho al pecho.
Si la Confederación del Caribe, un organismo genuinamente vedetto y su presidente Juan Puello Herrera no se amarra los spikes y decide luchar, dar el pleito ante Major League para erradicar la Fatiga Extrema y esas prohibiciones antojadizas, el béisbol del Caribe se jodió... y es una pena.
brojas@diariolibre.com
