Pablo Scarpellini | Los Ángeles
Llevaba años dando tumbos, caminando entre el desequilibrio emocional y los problemas financieros, con reapariciones accidentadas y poniéndose en entredicho en giras musicales que ya le quedaban grandes, una diva en decadencia que llegó a ser monumental. Whitney Houston se despidió este sábado de su particular espectáculo de forma trágica a los 48 años, como lo hacen las estrellas, en una habitación de hotel en Los Ángeles, emulando a otros mitos como Janis Joplin en 1970.
Ella también fue una estrella, tan frágil por dentro como potente por fuera, con un chorro de voz y una rostro impecable para el recuerdo, un conjunto de cualidades que le sirvieron para despertar un torrente de alabanzas cuando se estrenó en solitario en la industria musical con 'Whitney Houston', un golpe de efecto para empezar que le sirvió para hacerse millonaria con 25 millones de copias vendidas.
Comenzaba su andadura la gran diva negra de los 80, con reminiscencias del pasado, a la vieja usanza, como su madrina Aretha Franklin. Así lo entendió 'The New York Times', que tildó su trabajo de "impresionante" y "un despliegue notable para un talento vocal excepcional".
Ella también fue una estrella, tan frágil por dentro como potente por fuera, con un chorro de voz y una rostro impecable para el recuerdo, un conjunto de cualidades que le sirvieron para despertar un torrente de alabanzas cuando se estrenó en solitario en la industria musical con 'Whitney Houston', un golpe de efecto para empezar que le sirvió para hacerse millonaria con 25 millones de copias vendidas.
Comenzaba su andadura la gran diva negra de los 80, con reminiscencias del pasado, a la vieja usanza, como su madrina Aretha Franklin. Así lo entendió 'The New York Times', que tildó su trabajo de "impresionante" y "un despliegue notable para un talento vocal excepcional".