domingo, 26 de febrero de 2012

Ni Kalimán lo arregla


Por Ramón Colombo
Columnista

Leo páginas y páginas de sangre y cocaína, lavadores y sicarios, y no puedo ocultar mi desagrado por tanta villanía…Recorro la barbarie (éste que viola el semáforo en rojo, aquél que se mea en la esquina) y casi renuncio a esta ciudadanía…Trato de escaparme hacia una nube, y lo que encuentro en lo alto es el pueril llegó papá y las tres frases bobaliconas de Danilo. Y es cuando mi hija Laura intenta llevarme a la risa: “Paciencia, pequeño Solim…paciencia”. (Pero es que ni Kalimán arregla esto).