SANTO DOMINGO. Con la venta de los Dodgers, el punto final de una crisis que se prolongó por dos años y medio y afectó las operaciones de una de las franquicias más emblemáticas del béisbol, la novena azul californiana podría regresar a la caza de talento dominicano.
De hecho, la primera señal de lo arriba planteado se produjo esta semana. Según Baseball America, los Dodgers apenas invirtieron US$300 mil en el fichaje de jugadores aficionados fuera de los Estados Unidos en 2011 (y en 2010 una cifra menor), pero el lunes pagaron esa misma cantidad para fichar al derecho criollo Bryan Muñoz, de 16 años.
En 2011, los Dodgers quedaron en la cola en una lista que encabezó Texas con US$12,8 millones y en la que los 30 equipos gastaron un promedio de US$2,9 millones.
En la década de 1980, el equipo descubrió y desarrolló en el país jugadores fichados por montos bajos como Ramón y Pedro Martínez, Raúl Mondesí, José Offerman y Mariano Duncan, en los 90 a Adrian Beltré, que luego se convirtieron en estelares del Big Show.
En la primera década del siglo actual abrió la chequera para hacer millonario con el bono de firma a Willy Aybar (US$1,2 millones en 2000) e Irvin Joel Guzmán (US$2,2 millones en 2001).
Con Rafael Ávila a la cabeza, el equipo fue el pionero en desarrollar academia (ejemplo que copiaron los otros 29) y la Liga de Verano, además de una relación de trabajo con los Tigres del Licey, que permitió ver jugar en el país a grandes prospectos de la organización.
De hecho, la primera señal de lo arriba planteado se produjo esta semana. Según Baseball America, los Dodgers apenas invirtieron US$300 mil en el fichaje de jugadores aficionados fuera de los Estados Unidos en 2011 (y en 2010 una cifra menor), pero el lunes pagaron esa misma cantidad para fichar al derecho criollo Bryan Muñoz, de 16 años.
En 2011, los Dodgers quedaron en la cola en una lista que encabezó Texas con US$12,8 millones y en la que los 30 equipos gastaron un promedio de US$2,9 millones.
En la década de 1980, el equipo descubrió y desarrolló en el país jugadores fichados por montos bajos como Ramón y Pedro Martínez, Raúl Mondesí, José Offerman y Mariano Duncan, en los 90 a Adrian Beltré, que luego se convirtieron en estelares del Big Show.
En la primera década del siglo actual abrió la chequera para hacer millonario con el bono de firma a Willy Aybar (US$1,2 millones en 2000) e Irvin Joel Guzmán (US$2,2 millones en 2001).
Con Rafael Ávila a la cabeza, el equipo fue el pionero en desarrollar academia (ejemplo que copiaron los otros 29) y la Liga de Verano, además de una relación de trabajo con los Tigres del Licey, que permitió ver jugar en el país a grandes prospectos de la organización.
NPerez@diariolibre.com