miércoles, 21 de marzo de 2012

Población de Santiago fue multada por comer carne en cuaresma


Hace cerca de 500 años, la población de la Villa de Santiago fue multada por comer carne en cuaresma.

La multa fue impuesta por los clérigos Álvaro de Castro y Alonso de Alfau, quienes actuaban como comisarios de La Santa Inquisición en el Cibao.

Con los 9 mil maravedíes que debió pagar la población, de Castro ordenó la construcción de un templo católico en el poblado de Abarca, en la región de Valencia, en España.

La multa de los inquisidores creó serios problemas en la otrora Villa de Santiago, a donde frecuentemente asistía de Castro porque se había amancebado con una doncella de la comarca.

El fenecido historiador Carlos Dobal Márquez, en sus libros “Santiago en los Albores del Siglo XVI” y “El Solar de Jacagua” reseña la multa impuesta por los inquisidores. El pasaje también es reseñado por el autor de este reportaje en el libro “Pasado Pesado: El Genoma de la Corrupción”.

El sacerdote Álvaro de Castro era el Dean del Obispado de La Vega y su historial lo señala como el responsable de haber iniciado las fiestas de Carnaval en la ciudad olímpica, en 1512.

La tradición católica prohíbe la ingestión de carne durante las “cuatro témporas”, que son cuatro temporadas durante el año, que se fueron imponiendo desde el Siglo IV.

El fenómeno se repetía en septiembre y en diciembre, cuando también se realizan otras cosechas.

El ayuno y oración fue impuesto por el Papa Carlixto quien ejerció su pontificado antes de que el cristianismo fuera legalizado, es decir, del año 217 al 222.

Posteriormente el Papa Gregorio VII (1073 al 1085) lo impuso de manera obligatoria cuatro veces al año.

La mayor época de la abstinencia de la carne es sin embargo desde el miércoles de ceniza, que se inicia cuarenta días antes del Viernes Santos, que a su vez se produce con la primera luna llena de la primavera.

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