Luego de un debut en bolsa con una valoración en 100.000 millones de dólares, sus acciones pasaron de valer US$ 38 a menos de 30 dólares. Hoy, la valorización de la empresa se encuentra en torno a los US$ 62.000 millones
El 3 de mayo de 2012, Facebook presentó ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos un rango de valor de entre US$ 34 y US$ 38 cada acción para cuando la mayor red social del mundo comenzara a cotizar en bolsa el 18 de mayo. Al saltar desde un valor de US$ 38 por título, la empresa liderada por Mark Zuckerberg entró a Nasdaq con una valoración de US$ 100.000 millones.
Diez días después de ese debut, el panorama para la compañía fundada en un dormitorio de Harvard no es el mejor. Hoy, cada acción se cotiza en torno a los US$ 28, un 26% menos que el valor de su debut.
Aquel 18 de mayo, el inicio de la cotización en Wall Street pasó de la euforia a la desilusión, pues la acción cotizó en torno a los US$ 38, el valor de su debut, sin registrar el alza que los analistas auguraban. Al miércoles 23 de mayo, las acciones se desplomaron en el inicio de la sesión, aunque logró limitar su caída al situarse sus títulos a US$ 31,12 al cierre de la bolsa. En ese momento, la valoración de la red social se ubicaba apenas por encima de los US$ 70.000 millones. Hoy, se ubica en torno a los US $ 62.00 millones.
En siete días, su caída fue del 21%, lo cual revivió el fantasma de la burbuja de las punto com. Además de la baja valorización de las acciones, la caída también se debe a la cantidad de títulos que Facebook decidió sacar al mercado, desde 388 hasta 421,2 millones.
Los malos resultados para el sitio con 900 millones de usuarios también están envueltos en un escándalo de denuncias. Un grupo de accionistas demandó a Facebook, a su presidente ejecutivo Mark Zuckerberg y a varios bancos, Morgan Stanley en primer término, porque creen que la firma escondió débiles pronósticos de crecimiento antes de su oferta pública inicial de acciones.
En este sentido, los inversionistas consideran que, durante el proceso de promoción de la oferta, la empresa escondió "una aguda y pronunciada baja" de los pronósticos de ventas de la red social, debido al creciente uso de su sitio en dispositivos móviles, donde Facebook no desarrolló su oferta de publicidad.
El 3 de mayo de 2012, Facebook presentó ante la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos un rango de valor de entre US$ 34 y US$ 38 cada acción para cuando la mayor red social del mundo comenzara a cotizar en bolsa el 18 de mayo. Al saltar desde un valor de US$ 38 por título, la empresa liderada por Mark Zuckerberg entró a Nasdaq con una valoración de US$ 100.000 millones.
Diez días después de ese debut, el panorama para la compañía fundada en un dormitorio de Harvard no es el mejor. Hoy, cada acción se cotiza en torno a los US$ 28, un 26% menos que el valor de su debut.
Aquel 18 de mayo, el inicio de la cotización en Wall Street pasó de la euforia a la desilusión, pues la acción cotizó en torno a los US$ 38, el valor de su debut, sin registrar el alza que los analistas auguraban. Al miércoles 23 de mayo, las acciones se desplomaron en el inicio de la sesión, aunque logró limitar su caída al situarse sus títulos a US$ 31,12 al cierre de la bolsa. En ese momento, la valoración de la red social se ubicaba apenas por encima de los US$ 70.000 millones. Hoy, se ubica en torno a los US $ 62.00 millones.
En siete días, su caída fue del 21%, lo cual revivió el fantasma de la burbuja de las punto com. Además de la baja valorización de las acciones, la caída también se debe a la cantidad de títulos que Facebook decidió sacar al mercado, desde 388 hasta 421,2 millones.
Los malos resultados para el sitio con 900 millones de usuarios también están envueltos en un escándalo de denuncias. Un grupo de accionistas demandó a Facebook, a su presidente ejecutivo Mark Zuckerberg y a varios bancos, Morgan Stanley en primer término, porque creen que la firma escondió débiles pronósticos de crecimiento antes de su oferta pública inicial de acciones.
En este sentido, los inversionistas consideran que, durante el proceso de promoción de la oferta, la empresa escondió "una aguda y pronunciada baja" de los pronósticos de ventas de la red social, debido al creciente uso de su sitio en dispositivos móviles, donde Facebook no desarrolló su oferta de publicidad.
