EL FANTASMA DEL FRAUDE ELECTORAL
Los agentes subversivos de las elecciones ya no son el terrorismo de estado del 66 al 74; ni los guardias que suspenden conteos, como en el 78; ni el robo de urnas; ni los haitianos cedulados para votar; ni los desvíos electrónicos del 86 y 90; ni la compra de cédulas; ni la cadena de boletas marcadas; ni el palito multiplicador de cuentas o el dislocamiento de listas. Nada de eso. Ahora resulta que el agente subversivo de las elecciones, caso insólito, es la propia JCE y sus sospechosos inventos contra la transparencia.
Por Ramón Colombo