INTENTOS DE INTROMISIÓN DIEZ DÍAS ANTES
Fabio Cabral
fabio.cabral@listindiario.com.do
Santo Domingo
Una guerra cibernética soterrada dominó las horas previas y durante la realización de las elecciones, lo que motivó que la Junta Central Electoral extremara su blindaje tecnológico para evitar manipulación en la transmisión de los cómputos.
Durante un proceso de inspección y auditoría de todos los escáneres que serían enviados a los centros de votación y a las juntas municipales, se descubrió la manipulación o “sabotaje” de muchos de estos equipos fundamentales para toda la transparencia del cómputo.
Una fuente confió a LISTÍN DIARIO que diez días antes de las elecciones del pasado domingo durante una inspección rutinaria de los escáneres, una empleada del Departamento de Documentación de Informática descubrió que uno de estos aparatos había sido desprogramado poniendo rápidamente en conocimiento de sus supervisores la delicada situación.
Ese mismo día sin pérdida de tiempo y ante la gravedad del caso, los ingenieros Luis Leger y Alfredo Soler, técnicos del Centro de Cómputos, informaron de inmediato al presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, que el departamento había sido objeto de un sabotaje, que de concretarse, pondría en juego toda la credibilidad del proceso.
Aunque no se pudo detectar en las horas siguientes quién o quiénes estaban detrás del sabotaje, en la investigación se pudo establecer que la últi- ma vez que se usó el escáner, objeto de la reprogramación, fue durante una prueba realizada en la Gerencia de Informática.
Ante ese hecho comprobado, las fuentes dijeron que Rosario instruyó tanto a Leger como a Soler, para que el caso se mantuviera en las más estricta confidencialidad, en vista de que los directivos de la Gerencia de Informática no tenían conocimiento de lo que estaba pasando.
Durante un proceso de inspección y auditoría de todos los escáneres que serían enviados a los centros de votación y a las juntas municipales, se descubrió la manipulación o “sabotaje” de muchos de estos equipos fundamentales para toda la transparencia del cómputo.
Una fuente confió a LISTÍN DIARIO que diez días antes de las elecciones del pasado domingo durante una inspección rutinaria de los escáneres, una empleada del Departamento de Documentación de Informática descubrió que uno de estos aparatos había sido desprogramado poniendo rápidamente en conocimiento de sus supervisores la delicada situación.
Ese mismo día sin pérdida de tiempo y ante la gravedad del caso, los ingenieros Luis Leger y Alfredo Soler, técnicos del Centro de Cómputos, informaron de inmediato al presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario, que el departamento había sido objeto de un sabotaje, que de concretarse, pondría en juego toda la credibilidad del proceso.
Aunque no se pudo detectar en las horas siguientes quién o quiénes estaban detrás del sabotaje, en la investigación se pudo establecer que la últi- ma vez que se usó el escáner, objeto de la reprogramación, fue durante una prueba realizada en la Gerencia de Informática.
Ante ese hecho comprobado, las fuentes dijeron que Rosario instruyó tanto a Leger como a Soler, para que el caso se mantuviera en las más estricta confidencialidad, en vista de que los directivos de la Gerencia de Informática no tenían conocimiento de lo que estaba pasando.