Con una antigüedad de más de 3 mil años, la farmacopea cuenta con varios tipos de sustancias, de las cuales unas 300 son de uso común. En un análisis del ADN se encontró restos de animales en peligro de extinción
"La medicina tradicional china tiene una larga historia cultural, pero antes de adoptarla, hoy en día sus usuarios deben ser conscientes de los problemas de salud y legales que puedan existir", informó el doctor Michael Bunce, de la Universidad de Murdoch en Australia, principal autor este estudio.
Las quince muestras de las sustancias medicinales tradicionales chinas estudiadas fueron incautadas por las aduanas de Australia en forma de polvo, comprimidos, cápsulas, copos y preparados para infusiones.
"En total encontramos 68 familias de plantas diferentes en estos tratamientos que son mezclas complejas", declaró Bunce, cuyo trabajo se publica en la revista científica estadounidense PLoS Genetics.
"Algunas de estas mezclas contienen las plantas medicinales que pertenecen a los géneros Ephedra y Asarum" respectivamente de arbustos pequeños y plantas ornamentales, añadió. Estas plantas contienen sustancias químicas que pueden ser tóxicas si están mal dosificadas.
Pese a ello, observó el investigador, las concentraciones de estas sustancias no figuran en la etiqueta.
"También hemos detectado trazas de animales cuyo comercio está restringido, clasificados como especies vulnerables, en peligro de extinción o gravemente amenazadas, incluyendo el oso negro asiático y el antílope saiga", dijo el autor del estudio.
El investigador señaló que algunos de estos productos tenían etiquetas engañosas. Uno de ellos, presentado como de procedencia 100% de antílope saiga, contenía importantes cantidades de cabra y oveja.
Antes del desarrollo de técnicas de secuenciación de ADN, era muy difícil determinar los orígenes biológicos de los ingredientes en los productos de medicina tradicional china, señaló.
El hecho de que estas sustancias estuvieran transformadas en cápsulas y en polvo hizo particularmente difícil identificarlas, agregó Bunce, pero el proceso de transformación no altera el sello genético de las sustancias.
Las etiquetas engañosas, por su parte, son otro obstáculo para hacer cumplir las leyes y perseguir a los infractores.
"La secuenciación del ADN ayudará a llevar a cabo auditorías genéticas de estos medicamentos, lo que debería mejorar significativamente la regulación y el control de los suplementos alimenticios y la medicina alternativa", indicó.
Con una antigüedad de más de 3.000 años, la farmacopea china cuenta con miles de sustancias, de las cuales unas 300 son de uso común.
"La medicina tradicional china tiene una larga historia cultural, pero antes de adoptarla, hoy en día sus usuarios deben ser conscientes de los problemas de salud y legales que puedan existir", informó el doctor Michael Bunce, de la Universidad de Murdoch en Australia, principal autor este estudio.
Las quince muestras de las sustancias medicinales tradicionales chinas estudiadas fueron incautadas por las aduanas de Australia en forma de polvo, comprimidos, cápsulas, copos y preparados para infusiones.
"En total encontramos 68 familias de plantas diferentes en estos tratamientos que son mezclas complejas", declaró Bunce, cuyo trabajo se publica en la revista científica estadounidense PLoS Genetics.
"Algunas de estas mezclas contienen las plantas medicinales que pertenecen a los géneros Ephedra y Asarum" respectivamente de arbustos pequeños y plantas ornamentales, añadió. Estas plantas contienen sustancias químicas que pueden ser tóxicas si están mal dosificadas.
Pese a ello, observó el investigador, las concentraciones de estas sustancias no figuran en la etiqueta.
"También hemos detectado trazas de animales cuyo comercio está restringido, clasificados como especies vulnerables, en peligro de extinción o gravemente amenazadas, incluyendo el oso negro asiático y el antílope saiga", dijo el autor del estudio.
El investigador señaló que algunos de estos productos tenían etiquetas engañosas. Uno de ellos, presentado como de procedencia 100% de antílope saiga, contenía importantes cantidades de cabra y oveja.
Antes del desarrollo de técnicas de secuenciación de ADN, era muy difícil determinar los orígenes biológicos de los ingredientes en los productos de medicina tradicional china, señaló.
El hecho de que estas sustancias estuvieran transformadas en cápsulas y en polvo hizo particularmente difícil identificarlas, agregó Bunce, pero el proceso de transformación no altera el sello genético de las sustancias.
Las etiquetas engañosas, por su parte, son otro obstáculo para hacer cumplir las leyes y perseguir a los infractores.
"La secuenciación del ADN ayudará a llevar a cabo auditorías genéticas de estos medicamentos, lo que debería mejorar significativamente la regulación y el control de los suplementos alimenticios y la medicina alternativa", indicó.
Con una antigüedad de más de 3.000 años, la farmacopea china cuenta con miles de sustancias, de las cuales unas 300 son de uso común.