Ejecución a balazos de dos jóvenes en una residencia del sector Los Reyes, al norte de esta ciudad, la madrugada del pasado miércoles, habría sido ordenada y pagada desde la cárcel de Rafey Hombres, según una de las hipótesis que manejan los oficiales de la Policía Nacional que investigan el caso y de la cual fue enterado VOZ DIARIA.
De acuerdo al informante, la orden de asesinar a Gilberto Antonio Estévez Abreu (La Pava), y de paso a Denny Henríquez Rosario, habría sido impartida presuntamente por un recluso que era el “propietario” del punto de venta de drogas que operaba en la residencia número 27, de la calle Ñ, del referido sector.
Según la hipótesis que manejan los oficiales investigadores, el doble crimen alegadamente se debió a que luego de haber sido condenado por tráfico de drogas y estar cumpliendo prisión en el penal de Rafey, La Pava, una de las víctimas, se hizo cargo del punto de drogas que operaba en la mencionada vivienda.
Pero que, de acuerdo a la fuente, éste no le enviaba al reo el dinero producto del ilegal negocio y también convivía con la mujer del condenado, quien desde el recinto penitenciario contrató y pagó a un grupo de sicarios que llevaron a cabo el doble asesinato.
El ataque iba dirigido sólo contra Estévez Abréu (La Pava), pero los asesinos, para no dejar testigos oculares decidieron acabar con la vida de Henríquez Rosario, de quien se dijo en el sector de Los Reyes que se ganaba la vida lavando ropas.
De acuerdo al informante, la orden de asesinar a Gilberto Antonio Estévez Abreu (La Pava), y de paso a Denny Henríquez Rosario, habría sido impartida presuntamente por un recluso que era el “propietario” del punto de venta de drogas que operaba en la residencia número 27, de la calle Ñ, del referido sector.
Según la hipótesis que manejan los oficiales investigadores, el doble crimen alegadamente se debió a que luego de haber sido condenado por tráfico de drogas y estar cumpliendo prisión en el penal de Rafey, La Pava, una de las víctimas, se hizo cargo del punto de drogas que operaba en la mencionada vivienda.
Pero que, de acuerdo a la fuente, éste no le enviaba al reo el dinero producto del ilegal negocio y también convivía con la mujer del condenado, quien desde el recinto penitenciario contrató y pagó a un grupo de sicarios que llevaron a cabo el doble asesinato.
El ataque iba dirigido sólo contra Estévez Abréu (La Pava), pero los asesinos, para no dejar testigos oculares decidieron acabar con la vida de Henríquez Rosario, de quien se dijo en el sector de Los Reyes que se ganaba la vida lavando ropas.