jueves, 7 de junio de 2012

Una morada donde nos cubre la sombra del Omnipotente

"El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. . . Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación" — Salmo 91: 1-4,9 —

Desde hace un tiempo he venido sintiendo la fortaleza de Dios en una forma muy especial en mi vida, aunque estoy atravesando por un valle de lágrimas, como dice el salmista David, Dios ha estado conmigo como Poderoso Gigante.

En esta vida tenemos que estar preparados para enfrentar situaciones desagradables que nadie desea pero que pueden ocurrir, la Palabra me dice que los que han confesado a Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos, y que todo es posible para el que cree, por lo tanto cualquier enfermedad en este mundo ya Cristo la crucificó en la cruz del calvario, haciéndonos libres en su ofrenda salvadora, la que llevó a cabo por nuestros pecados.

No es color de rosa la situación, pero hay un Cristo vivo que derramó su sangre para sanarnos, lavarnos y salvarnos del pecado y de la muerte, dispuesto a la diestra del Padre a interceder por su pueblo, y si él es por nosotros, dice la Palabra, Quién contra nosotros. Aleluya.

A mi hermano en Santo Domingo, capital de la república dominicana, le diagnósticaron con cáncer, después de eso Dios lo llamó al diaconado, y ahí está, peleando la buena batalla de la fe, mi otro hermano que vive en puerto rico, le dieron tres derrames cerebrales uno detrás de otro, y Jesucristo lo salvó, mi hermana Ruth fué sanada por el Señor de un cáncer en uno de sus senos, mi hija Zaida está enfrentada a un cancer feróz en la piel y en la sangre, y recientemente mi mamá ha sido internada en el Massachusetts General Hospital con un diagnóstico de cáncer, que el Señor lo reprenda en el nombre de Jesús.

Necesito su oración en esta lucha contra las potestades de las tinieblas, que se han ensañado contra mí, mi familia y el ministerio que Dios ha depositado en mis manos.

Jehová cumplirá su propósito en mí, y sé que me está preparando día a día para acabar mi carrera con gozo, para cumplir así lo que he recibido de ÉL, " Bendiciones de su reino inconmovible".

El me ha librado de "La peste destructora" y prosigo a la meta con una fe escrita con cincel de hierro y punta de diamante, al blanco de la soberana vocación en Cristo Jesús.

Aparte de las promesas de Dios que encabezan esta reflexión para sus hijos, se encuentran otras que expresan su cuidado para con sus siervos y siervas: "No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada". Salmo 91:10. "Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré." Salmo 91:15.

"Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria". Isaías 60:2.

De manera que si estás pasando por alguna situación difícil, levanta tus manos y tus rodillas paralizadas y glorifica a tu Dios, nuestro amparo, fortaleza y morada secreta en el día malo. Amén.


Pastor Antonio Regalado
Congregación Maranatha, Inc.